Una investigación de larga duración sitúa con precisión una de las canchas más antiguas usadas en el primer periodo del fútbol argentino, vinculada a Highfield y al Prado General Belgrano, en Belgrano.
Dos investigadores, Marcelo Benini y Ricardo Mase, al frente del Centro para la Investigación de la Historia del Fútbol (CIHF), lideraron el trabajo orientado a ubicar con precisión el lugar de juego utilizado en el primer campeonato organizado en 1891.
El objetivo era despejar una incógnita que persiste desde hace más de un siglo: ¿dónde estaba exactamente aquella cancha que dio inicio a una tradición deportiva que hoy es parte de la identidad nacional?
La cancha era conocida en crónicas inglesas por el nombre de #Highfield y figuraba descrita como próxima a la frontera entre los barrios de Palermo y Belgrano, a lo largo de una calle que hoy conocemos como Avenida Cabildo.
A lo largo de décadas, lo único seguro era que existió un terreno con ese nombre, pero sus límites precisos y su denominación exacta quedaban fuera de las coordenadas de los mapas y de la memoria periodística de la época.
Este vacío histórico fue abordado con una metodología que cruzó fuentes en varios idiomas y archivos periodísticos de diversa procedencia.
Gracias al análisis de planos y documentos de 1889 y de años cercanos, los investigadores lograron entender que Highfield era lo mismo que uno de los dos predios del área de #Belgrano que figuraban en aquella época como Prado General Belgrano.
El examen de la superficie, que se correspondía con una extensión cercana a 10 hectáreas, permitió situarla entre las actuales calles Cabildo, Olleros, Luis María Campos y Maure.
Al cruzar recortes periodísticos y anuncios comerciales de distintos medios, quedó claro que el Prado era la variante que los estadounidenses utilizaban para referirse al mismo terreno que los ingleses llamaban Highfield, y que sucesivos fraccionamientos de la propiedad, iniciados tras las subastas de 1891, terminaron por borrar su rastro de los planos y de la memoria deportiva.
El registro de la cronología deportiva de aquel periodo indica que esa sede albergó el tercer encuentro oficial del “primer certamen” argentino y que, durante 1891, fue utilizada por clubes de la comunidad británica residente en Belgrano para la práctica de fútbol, así como para rugby, cricket y béisbol.
Entre los clubes que aparecen en las crónicas anglosajonas figuran Belgrano FC
Entre los clubes que aparecen en las crónicas anglosajonas figuran Belgrano FC, Buenos Aires FC, Saint Andrew’s, Buenos Aires y Rosario Railway y Caledonians, que disputaron encuentros en fechas señaladas durante ese año.
Aunque Highfield era el nombre que repetía la prensa inglesa, la memoria local la asoció durante mucho tiempo a un lugar sin coordenadas exactas.
La labor de revisión se apoyó en un plan trazado por los investigadores para fijar el Prado General Belgrano de 1891, y en la lectura cruzada de cientos de recortes y avisos de la época.
Un hallazgo clave fue constatar que la residencia del embajador británico, entre 1886 y 1889, ocupaba el entorno inmediato a la cancha y que, por ello, el sitio quedó ligado desde entonces a la esfera de influencia británica en Belgrano.
A la vez, los informes señalan que, poco después, el predio pasó a ser parte de un complejo inmobiliario que dio lugar a la fábrica textil Sternberg, y que las subdivisiones posteriores terminaron por borrar la traza del terreno en los registros públicos modernos.
El 15 de agosto de 1891, tras varias subastas, el predio y la cancha quedaron fuera de uso y la pista de ese campo se desvaneció de la memoria colectiva.
“Con orgullo compartimos la crónica del hallazgo de esta cancha pionera, acaso la más enigmática del fútbol argentino”, subrayan Benini y Mase.
El informe completo de la investigación se encuentra disponible para consulta pública y representa un avance significativo en la reconstrucción de los orígenes del fútbol en Buenos Aires.
Este hallazgo no solo ubica un emplazamiento crucial, sino que también abre una ventana para entender cómo la presencia británica y las redes deportivas tempranas influyeron en la difusión de varios deportes en la ciudad, en una época en que las identidades deportivas estaban en gestación y los clubes de élite marcaban el pulso de la vida social.
Además de aportar una pieza clave para la #historia deportiva, la reconstrucción de Highfield/Prado General Belgrano permite ampliar la memoria histórica de Belgrano y de Buenos Aires, destacando la intersección entre urbanismo, diplomacia y deporte en el fin del siglo XIX.