El club Chacarita atraviesa un momento complicado en la Primera Nacional, con una reciente derrota en condición de local y declaraciones contundentes de su presidente, Néstor Di Pierro.
Hace apenas siete fechas, el equipo encabezaba la tabla con expectativas altas, pero una serie de resultados negativos, que incluyen cinco empates y dos derrotas en sucesión, han provocado que la institución pase de расположен en la cima a ubicarse en la octava posición.
Esto supone una caída abrupta en su rendimiento y una profunda decepción entre los seguidores.
Recientemente, en un partido disputado en Villa Maipú, Chacarita cayó como local ante Almirante Brown por 1-0. La derrota no solo afectó la posición en la tabla, sino que también encendió los ánimos en la hinchada, que quedó insatisfecha con el desempeño del equipo.
Néstor Di Pierro
Sin embargo, lo que despertó mayor revuelo fueron las declaraciones explosivas del presidente de la entidad, Néstor Di Pierro, durante una entrevista en el programa radial Mano a Mano Chacarita en la FM Bus 106.1. Sus afirmaciones fueron duras y directas contra el plantel dirigido por Carlos Mayor.
Di Pierro expresó su descontento con el nivel mostrado por los jugadores, asegurando que muchos de ellos no merecen el apoyo de la afición por su actitud en cancha.
“Estos jugadores no saben lo que es defender la camiseta de Chacarita. Parecen señoritas de cabaret. Tienen todo a su disposición, psicólogo, nutricionista, hoteles, salarios al día; no necesitan más”, afirmó el presidente, quien también criticó la actitud de los futbolistas fuera del campo, como su apariencia y comportamiento en boliches.
El dirigente se mostró especialmente dolido por la situación en la que se encuentra el equipo y la actitud del plantel, que con el aval del cuerpo técnico, ha demostrado poca entrega en los partidos decisivos.
“Hacen todo menos jugar. Hace ocho fechas, estábamos en segunda posición y ahora, por culpa de ellos, estamos peleando por no descender. La gente se merece más respeto, y estos jugadores no están a la altura de la historia de Chacarita”, comentó en tono de molestia. Además, Di Pierro no dudó en decir que en ocasiones, incluso, temía perder la confianza en el grupo.
En su análisis, también criticó aspectos superficiales, como pintar el pelo y usar colores llamativos en los botines, y advirtió que de continuar con esa actitud, no dudaría en tomar medidas drásticas.
“Que no vengan con esas modas y actitudes superficiales, o los voy a hacer pensar si quieren seguir en esta institución”, expresó.
De acuerdo con el presidente, la motivación de los jugadores debe estar puesta en defender la camiseta y en pelear por el ascenso, que ahora parece lejano.
Destacó que la situación requiere un cambio de actitud y compromiso, no solo por parte de los futbolistas sino también de los dirigentes y cuerpo técnico.
Di Pierro recordó que el club tiene historia y que en el pasado logró grandes campañas, por lo que confía en que, con esfuerzo y quizás más dureza, podrán revertir la situación.
Históricamente, Chacarita ha sido uno de los clubes más tradicionales de Argentina, fundado en 1906, y ha tenido una carrera llena de altibajos. En los años 80 y 90, brilló en algunas temporadas de Primera División, logrando incluso clasificaciones a competencias internacionales. Sin embargo, en las últimas décadas, la institución ha alternado entre ascensos y descensos, muchas veces afectada por crisis económicas y de gestión.
Actualmente, los resultados reflejan la gravedad del momento y la necesidad de una reflexión profunda en el club. La frase de Di Pierro revela que, a pesar de la crisis, la dirigencia busca dejar atrás la paciencia y tomar decisiones firmes para encauzar al equipo.
La hinchada, que tradicionalmente ha sido muy apasionada y leal, espera que se puedan revertir los malos resultados y que el equipo retome el camino de la competencia y el orgullo deportivo.
Mientras tanto, la temporada continúa y la situación sigue siendo incierta para Chacarita, que deberá sumar puntos rápidamente si desea mantener las opciones de clasificación al Reducido y, quién sabe, soñar con un posible ascenso.
