Ángel Di María, a sus 37 años, demostró en su primer encuentro con Benfica en el Mundial de Clubes que aún está a un nivel sobresaliente. El jugador, que regresará al fútbol argentino con Rosario Central tras una carrera internacional de 18 años, dejó huella en Miami en un amistoso contra Boca Juniors. Su actuación y gestos generaron opiniones y expectativas sobre su próximo retorno al país.

Este encuentro, que terminó en un empate 2-2, fue más que un simple amistoso. Para Di María, representó una suerte de preview de lo que será su próxima etapa en Argentina, donde se unirá a Rosario Central tras haber pasado casi dos décadas en la élite europea y del fútbol internacional.
Su regreso genera expectativas no solo por su capacidad técnica, sino también por su liderazgo y experiencia.
El partido fue vibrante, con una atmósfera que recordó a la Bombonera por la pasión de la hinchada de Boca y la intensidad del juego, a pesar de jugarse en Estados Unidos.
Di María, que se mostró muy activo, tuvo momentos para lucirse, como un remate que el arquero rival supo contener y un penal que convirtió con solvencia, evidenciando que todavía puede marcar la diferencia.
Uno de los aspectos que llamó la atención fue el gesto de Di María durante el festejo de su gol, en el que juntó las manos en señal de saludo, un acto que en redes sociales generó cierta confusión.
Sin embargo, en declaraciones posteriores aclara que solo estaba saludando a su familia, quienes estaban en la tribuna, y no pidió disculpas a la hinchada de Boca, como algunos interpretaron.
En un acto que destacó la unión del #fútbol argentino en distintos ámbitos
Este partido también sirvió para que Di María interactuara con otros ídolos argentinos como Juan Román Riquelme, con quien posó para las fotos, en un acto que destacó la unión del fútbol argentino en distintos ámbitos.
Además, recordó su última aparición contra Boca en 2007, cuando jugaba en el banco de suplentes de #Benfica y disputó un empate 1-1 en La Bombonera.
Su presencia en Miami fue un claro aviso de que su regreso al fútbol argentino será un evento para marcar en la historia del deporte local. La expectativa ahora está en cómo será su adaptación y qué nivel mostrará en sus primeros partidos en Rosario Central, club que desembolsó una cantidad significativa para asegurarse su incorporación.
En términos económicos, la inversión para fichar a Di María, considerando su contrato y otros costos asociados, se estimó en aproximadamente 45 millones de euros, una cifra que refleja la importancia que el club le otorga a su llegada.
Este desembolso, aunque alto, se justifica por la experiencia, jerarquía y la influencia que puede tener en el fútbol argentino, tanto en lo deportivo como en lo comercial.
Históricamente, Di María ha sido un jugador que trasciende el fútbol: su paso por clubes como Real Madrid, Manchester United, PSG y Benfica, además de su participación en campeonatos mundiales, lo convierten en uno de los íconos del deporte argentino en las últimas décadas.
Su retorno generará un impacto importante en Rosario Central, en la liga argentina y en la comunidad de seguidores que sueñan con verlo brillar en su tierra natal.