El arquero Franco Armani continúa consolidándose como una figura clave en River Plate, sumando victorias en Superclásicos y carreras destacadas en la historia del club.
Franco Armani, el destacado arquero de River Plate, sigue escribiendo su historia en el fútbol argentino sin necesidad de proclamaciones grandilocuentes.
No requiere de la atención mediática de los realities ni de confrontaciones con sus hinchas.
Su legado con la Selección argentina, donde se consagró campeón del mundo y bicampeón de América, es ampliamente reconocido por figuras como Lionel Scaloni y sus compañeros de selección.
En el club, su carisma y habilidades le han ganado el cariño de los aficionados.
El último partido significa un hito: Armani alcanzó los 300 encuentros defendiendo el arco del Millonario, y lo hizo en el siempre tenso escenario de La Bombonera, el estadio de Boca Juniors.
Aunque tuvo poco trabajo durante el encuentro, su presencia se hizo sentir en momentos cruciales, sobre todo cuando, en tiempo de descuento, evitó un mano a mano contra Exequiel Zeballos, un instante que recordó la final de la Copa Libertadores de 2018, donde también había sido fundamental al impedir un gol de Darío Benedetto.
En la última jugada del partido, también tuvo su protagonismo, al señalar una mano de Milton Giménez que fue crucial para anular una jugada de gol de Boca.
Al finalizar el encuentro, Armani celebró la victoria, ya que cada Superclásico que pasa es uno menos en su carrera.
Destacó su perfil bajo y la elegancia con la que maneja su figura, siendo una pieza clave en los momentos decisivos.
Statísticamente, Armani ha demostrado ser un arquero de clásicos.
De los 47 Superclásicos que ha disputado, ha ganado 26, empatado 14 y solo ha perdido 7; si se observa su desempeño ante Boca, ha ganado en 8 de 18 encuentros, mostrando un saldo positivo en el enfrentamiento más importante del fútbol argentino.
Cada vez más, Armani asume el rol de capitán en el equipo, reflejando su crecimiento y liderazgo en el club.
A diferencia de ocasiones previas, cuando partía del campo recibiendo insultos, esta vez optó por mostrar el escudo de River y su apellido al público rival, un gesto que resuena entre los aficionados de su equipo.
El experimentado arquero, que tiene 37 años, se presentó en esta ocasión como una figura recuperada, tras haber brillado en el partido anterior de cuartos de final de la Copa Libertadores contra Colo Colo en Chile, donde también fue reconocido como el mejor del partido.
Con su contrato extendido hasta finales de 2026, ha manifestado su deseo de seguir incrementando sus registros en la historia del club.
Armani está a 105 partidos de igualar a Ubaldo Matildo Fillol como el segundo arquero con más presencias en el arco de River, solo superado por Amadeo Carrizo.
Su récord de 135 vallas invictas lo coloca ya entre las leyendas, aunque intenta superar los 183 partidos de Carrizo y los 155 de Fillol en menor cantidad de encuentros.
Con un impresionante total de diez títulos en su trayectoria con River, es el arquero argentino más ganador, sumando un total de 27 campeonatos en su carrera, y se encuentra en la búsqueda de seguir acumulando más gloria para su institución y para sí mismo.