Un incidente en el Gran Premio de Hungría revela el valor del trofeo de la F1 y el proceso que lleva su creación, mientras la empresa que lo fabrica se prepara para hacer uno nuevo tras su daño.
La Fórmula 1 es una de las competiciones deportivas más lucrativas a nivel mundial, atrayendo la atención y el dinero de aficionados y patrocinadores cada fin de semana.
Además de los altísimos costos de funcionamiento de los equipos y las operaciones en circuitos emblemáticos, otro aspecto que a menudo pasa desapercibido son los trofeos que reciben los ganadores.
El icónico trofeo de cada carrera, hecho de porcelana y diseñado por la Fábrica de porcelana Herend, tiene una historia digna de ser contada.
Herend, establecida en el siglo XIX, es conocida por su excelencia en la creación de piezas de porcelana de lujo.
Este trofeo, que simboliza el éxito en la pista, es considerado una obra maestra en la comunidad del automovilismo.
Sin embargo, su valor monetario ha saltado a la vista de todos gracias a un desafortunado evento ocurrido en el Gran Premio de Hungría de 2023, celebrado el 23 de julio.
Lando Norris, al celebrar su segundo puesto, accidentalmente derribó el trofeo que Max Verstappen levantaba con alegría, causándole una separación por la mitad.
El equipo McLaren, al darse cuenta de lo sucedido, rápidamente se disculpó ante Verstappen y Red Bull a través de las redes sociales.
Norris, conocido por su buen humor, comentó con ironía sobre el incidente, sugiriendo que el trofeo fue situado demasiado cerca del borde de la mesa.
A raíz de este evento, los fanáticos de la Fórmula 1 comenzaron a preguntarse cuánto valía realmente el trofeo.
Aunque la Fábrica de porcelana Herend no publica el costo de sus piezas en línea, el periodista húngaro Sandor Meszaros reveló que este trofeo específico tiene un valor aproximado de 40,000 euros.
Lo que es aún más sorprendente es que el proceso de fabricación de uno de estos trofeos toma alrededor de seis meses y requiere la colaboración de más de 30 artesanos día tras día.
Attila Simon, director de la empresa, expresó su pesar por el daño sufrido por el trofeo y aseguró que la compañía está comprometida en la creación de un nuevo trofeo.
En un comunicado al canal de televisión M4 Sport, Simon comentó: "Nos duele saber que el trofeo de Herend, una obra de arte hecha a mano, fue dañado.
Los equipos decidirán quién tuvo la culpa, pero asumimos la alegría y la difícil tarea de recrearlo". Además, enfatizó el papel que juega la empresa en la imagen de Hungría como un país que produce alta calidad en porcelana.
Para asegurar que Verstappen reciba su trofeo lo antes posible, la empresa ha comenzado la producción de un nuevo ejemplar y está trabajando para reducir el tiempo de manufactura.
El director también destacó la importancia de este trofeo como representación de la victoria y el legado que la Fórmula 1 tiene en el deporte.
En este contexto, el incidente de Norris y Verstappen no solo ha puesto de relieve el valor material del trofeo, sino también la conexión emocional que los pilotos y los aficionados tienen con ellos.
La combinación de euforia y tristeza en ese momento capturó la esencia de la Fórmula 1: un deporte lleno de pasión, rivalidades y, a veces, accidentes inesperados.