La primera sesión de entrenamientos del Gran Premio de España en Montmeló mostró complicaciones para Franco Colapinto, quien enfrentó problemas mecánicos en su Alpine, mientras el equipo realizó cambios en su motor. El día fue marcado por altas temperaturas y una competencia que anticipa una clasificación crucial para el rendimiento del domingo.

Imagen relacionada de incertidumbre en montmelon la primera jornada del gran premio de espana revela dificultades para franco colapinto y cambios en alpine

El circuito de Montmeló, uno de los trazados más tradicionales y prestigiosos del calendario de Fórmula 1, quedó en evidencia durante las primeras jornadas del Gran Premio de España, que se disputa en condiciones climáticas extremas con temperaturas que superaron los 50 grados en la pista.

Este escenario ha generado un desafío adicional para los pilotos y sus equipos, que buscan ajustar sus monoplazas para obtener el mejor rendimiento posible en una carrera que promete ser decisiva para el campeonato.

Desde el inicio de los ensayos libres, quedó claro que el día no sería sencillo para algunos competidores, en especial para Franco Colapinto, joven talento argentino que corre en Alpine.

En la primera tanda, Colapinto logró girar con neumáticos blandos, marcando un tiempo de 1 minuto, 14 segundos y 303 milésimas, pero su rendimiento fue afectado por un problema mecánico.

El ventilador de su Alpine se detuvo, y el equipo tomó la decisión de ingresar el monoplaza en caja para realizar reparaciones, específicamente en el motor y en el sistema de escape.

Este cambio en el motor de combustión interna, que constituye la cuarta unidad permitida por temporada, y en el escape, que es el quinto en uso, no implican penalización alguna, siempre que se mantengan dentro del límite establecido por la normativa.

La estrategia apunta a asegurar que Colapinto pueda completar todas las sesiones previas a la clasificación sin problemas, ya que la segunda e incluso la tercera tanda serán fundamentales para recopilar datos y ajustar el auto para las condiciones extremas del circuito catalán.

El joven de 20 años se mostró preocupado por el rendimiento, y en sus declaraciones expresó: “No me sentí muy cómodo, no es muy fácil explicar estas pérdidas.

Con Pierre Gasly, mi compañero en Alpine, nos centramos en lo mismo, pero todavía estamos buscando la mejor configuración”. A pesar de las dificultades, la esperanza del equipo y del piloto es que también se puedan obtener conclusiones positivas para la carrera del domingo.

Por otro lado, en pista, los tiempos reflejaron un dominio relativo del McLaren, con Lando Norris liderando la jornada tras marcar 1 minuto, 13 segundos y 718 milésimas.

Max Verstappen (Red Bull) estuvo apenas a 367 milésimas, y su compañero en Ferrari, a 378 milésimas. Esto indica que la lucha por la pole position será muy reñida, y el estado de la pista, además de las altas temperaturas, jugará un papel crucial en definir las posiciones en la parrilla.

La segunda tanda fue clave para que Colapinto intentara acomodarse, girando en modo de recuperación y probando diferentes configuraciones con neumáticos blandos y duros.

Sin embargo, sus resultados no mejoraron mucho, quedando a casi un segundo y medio del tiempo líder. La diferencia con su compañero Pierre Gasly, que terminó en décima posición con una diferencia de 1.28 segundos, demuestra que todavía hay aspectos a mejorar en uno de los autos más competitivos en las pruebas, pero que también tiene margen para ajustes.

Además, la jornada sirvió para que los equipos recopilen datos sobre el comportamiento de los neumáticos en condiciones extremas, vitales para la estrategia de carrera.

La clasificación del sábado será, por tanto, determinante, ya que en Montmeló los sobrepasos son complicados, y una buena posición en la grilla puede facilitar mucho las opciones de conseguir un buen resultado.

Franco Briatore, jefe de Alpine, ofreció una visión optimista y realista: “Necesitamos esperar y ver qué pasa en la carrera. Este será el primer gran desafío de Franco en esta pista y en esta temporada. Montecarlo fue muy diferente, con muchas dudas, pero aquí es otra historia. Trabajamos en el rendimiento de carrera y esperamos que todo mejore”.

La expectativa crece entre los aficionados, que llevan días llenando las tribunas con banderas, camisetas y cánticos de apoyo para sus pilotos favoritos.

La situación en Montmeló refleja la complejidad y la belleza de la Fórmula 1 moderna, donde cada detalle cuenta y cualquier error puede ser decisivo.

El domingo, la estrategia, la cautela y la velocidad en la clasificación definirán quién se lleva la gloria en un circuito que, por su historia y tradición, sigue siendo un punto de referencia en la élite del automovilismo mundial.