El piloto argentino se prepara para su debut en el Gran Premio de Azerbaiyán, donde deberá manejar la complicada Curva del Castillo.

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Franco Colapinto, un joven talento argentino de apenas 21 años, se encuentra a las puertas de un desafío monumental en su carrera como piloto de Fórmula 1. Tras su impactante debut en Monza, donde demostró su potencial al volante de un monoplaza, ahora se dirige al circuito callejero de Bakú, Azerbaiyán, para participar en el Gran Premio que se llevará a cabo este fin de semana.

Esta será la primera vez que Colapinto compita en este trazado, conocido por sus desafiantes curvas y peligrosos muros, incluyendo la famosa Curva del Castillo, un punto crítico del circuito, de solo 7,6 metros de ancho, donde muchos pilotos en el pasado han encontrado problemas.

Con el inicio de las prácticas programado para el viernes a las 6:30 de la mañana, hora de Argentina, Colapinto tendrá la oportunidad de enfrentar la curva que ha dado lugar a accidentes notables, como el de Charles Leclerc en 2019, quien tras impactar su Ferrari expresó: “Soy un estúpido” ante las cámaras.

Para Colapinto, el tiempo es esencial; cada décima de segundo cuenta al tratar de tomar la curva a velocidades superiores a los 120 km/h, ya que esto podría marcar la diferencia entre avanzar en la clasificación o llevar su coche a una grúa en la pista.

“Me he preparado mucho para este fin de semana y mi objetivo es mejorar sesión tras sesión, entendiendo mejor el circuito y el auto”, afirmó el oriundo de Pilar.

Su escudería, Williams, también enfatiza la importancia de esta experiencia, reconociendo que competirá por primera vez en una superficie urbana, lo que representa un tipo de desafío completamente distinto a lo que ha vivido hasta ahora.

James Vowles, jefe del equipo, subrayó que este circuito exigirá un gran aprendizaje de parte de Colapinto, quien debe adaptarse a la velocidad y maniobras que requieren las calles de Bakú.


El Gran Premio de Azerbaiyán se inauguró en 2016 como el Gran Premio de Europa y al año siguiente pasó a ser el Gran Premio de Azerbaiyán.

Curiosidades como el podio de Williams en 2017, donde Lance Stroll logró el tercer puesto, resaltan el potencial del equipo en este lugar.

Sin embargo, el respeto por la pista es vital.

Las anécdotas de pilotos que se han estrellado en la curva 8 son numerosas, y es un recordatorio constante de la dificultad que implica dicha curva.

En 2018, el joven Max Verstappen chocó de manera inesperada cuando competía en Red Bull, lo que demuestra que la paciencia y la precisión son requisitos esenciales en Bakú.

A pesar del miedo a cometer errores, Colapinto está dispuesto a asumir los riesgos que el circuito implica.

Con conocidos como Checo Pérez, quien ha ganado dos carreras en este circuito, y Verstappen, cada piloto tiene su propia historia de aciertos y desaciertos en Bakú. El desafío, según Vowles, no solo radica en el circuito, sino también en cómo Colapinto podrá traducir su práctica y preparación teórica a la realidad de la competición.

A medida que avanza la temporada, las exigencias aumentarán, especialmente con la próxima parada en Singapur, un circuito que promete ser todavía más complicado.

Para Colapinto, la clave del éxito será encontrar un equilibrio entre el riesgo y la destreza.

Cada sesión en Bakú le brindará la oportunidad de aprender valiosas lecciones que sin duda serán esenciales a medida que su carrera en la Fórmula 1 continúe desarrollándose.

Sin lugar a dudas, este fin de semana marca un nuevo capítulo en su trayectoria, y muchos esperan ver cómo se desempeña en este icónico circuito.