El actual entrenador de Chivas, Fernando Gago, se encuentra en la encrucijada de su carrera, con Boca Juniors esperando su llegada tras complicaciones contractuales.

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Las recientes declaraciones de Fernando Gago han generado confusión tanto en aficionados como en analistas deportivos, aunque aquellos familiarizados con la situación en Boca Juniors han sabido interpretar su mensaje.

Gago, actual entrenador de las Chivas de Guadalajara, fue elegido por Juan Román Riquelme como el sucesor de Diego Martínez, sin embargo, su situación contractual se ha vuelto un tema complicado.

El técnico de 38 años ha afirmado que no tiene propuestas y que nadie lo ha contactado, a pesar de que ha habido al menos dos conversaciones con el presidente del club.

Este discurso parece estar diseñado para suavizar la tensión en un momento en que su futuro parece más que incierto.

La razón principal detrás de su postura radica en la cláusula de rescisión de su contrato, que asciende a aproximadamente 1.250.000 dólares (cerca de 1.175.000 euros). Así, Gago se mantiene oficialmente como director técnico del equipo mexicano, pese a las dificultades que enfrentaron en su más reciente partido, donde Chivas perdió el clásico tapatío contra Atlas, terminando con un marcador de 3 a 2 a favor de los rivales.

Esta derrota deja al equipo en el noveno puesto de la tabla de posiciones de la Liga MX, lejos de la clasificación a los playoffs.

En la conferencia posterior al partido, Gago reiteró su compromiso con Chivas: "Yo tengo contrato.

¿Cómo podemos hablar de futuro? No tengo nada, no tengo ofertas.

No entiendo". Esta firmeza, no obstante, contrasta con los rumores que lo vinculan a Boca, donde se ha barajado su nombre junto al de Guillermo Barros Schelotto para asumir el cargo.

Es importante recordar que Guillermo no tiene la mejor relación con Riquelme, lo que podría abrir la puerta a Gago.

La tensión provocada por esta situación no ha pasado desapercibida en México, donde la afición de Chivas ha expresado su descontento.


En un giro inesperado, Gago comunicó a la directiva que activaría su rescisión automática, expresando su deseo de marcharse.

Simultáneamente, también se confirmó que Federico Insúa no continuará como su asistente, ya que ha decidido buscar su propio camino como entrenador principal.

La dinámica en el equipo se complica aún más con la incorporación de Roberto Pompei, quien se encargará de la Reserva en Boca, y se asocia con Mariano Herrón, quien ocupará un puesto en el cuerpo técnico de Gago.

Aunque la continuidad de Diego Cogliandro en el equipo técnico de Gago sigue sin definirse, la pregunta sobre la posibilidad de que Walter Pico se incorpore aún permanece en el aire.

El futuro cuerpo técnico que rodeará a Gago incluirá a Fabricio Coloccini, quien tiene un buen vínculo con Riquelme, así como a otros colaboradores en roles clave.

Mientras tanto, el agente de Gago, Diego Merino, ha reiterado que no hay nada concreto, reafirmando la ambigüedad de la situación actual.

Riquelme espera que Gago esté en condiciones de viajar a Buenos Aires para incorporarse a Boca a más tardar el miércoles, aunque todo depende de la resolución de su cláusula de salida.

El Consejo de Fútbol del club argentino desea financiar parte del pago, mientras que Chivas exige el monto total.

Desde Boca, la ansiedad por la llegada de Gago crece, ya que se espera que comience su gestión coincidiendo con un periodo complicado para el equipo en la Liga y la Copa Argentina, en busca de volver a los torneos internacionales.

Mientras tanto, los aficionados de Boca esperan una decisión que aún parece lejana, pero que podría significar el regreso a mejores épocas, recordando que Gago trae consigo una historia de competitividad desde su paso por Racing.

Las expectativas están altas y el tiempo apremia para que este vínculo se concrete.