La exboxeadora y figura motivacional Alejandra Oliveras falleció tras 14 días de internación debido a un ACV. Su mensaje sobre valorizar la vida y la importancia del presente resonó en redes sociales. Tenía 47 años.

Oliveras, de 47 años, estuvo internada durante 14 días en el Hospital Cullen tras sufrir un accidente cerebrovascular (ACV), que derivó en una embolia pulmonar masiva y un paro cardiorrespiratorio fatal, según informaron los médicos.
Su historia cargaba con hechos de resiliencia y valentía. Fue madre a una edad muy temprana, con solo 15 años, y superó diferentes obstáculos personales, incluyendo violencia de género, hasta convertirse en una referente del #deporte y de las palabras que inspiran.
En una entrevista reciente con el periodista Alejandro Fantino, Oliveras compartió pensamientos profundos sobre la #vida y el dinero, dejando en claro que el bienestar emocional y el disfrute del momento son mucho más importantes que las posesiones materiales.
“La gente piensa que la plata es lo más importante y que están equivocados. La plata no te hace feliz. Podés tener tanta guita y no te sirve de nada”, expresó en aquella ocasión. La entrevista, que se volvió viral tras conocerse su fallecimiento, reflejaba su visión de vida: aprovechar cada instante y valorar lo que realmente importa.
“Disfruta el momento, el día a día. Mañana quizás no estés. Hoy estás. Hoy estás, disfruta lo que estás haciendo ahora”, recomendaba Oliveras, quien también compartió su mensaje en un video que mostraba a un pasajero de un vuelo atravesando turbulencias.
Ella insistió en que la vida es un regalo y que hay que valorar cada respiración
En aquel momento, ella insistió en que la vida es un regalo y que hay que valorar cada respiración, cada latido y cada instante.
En su carrera deportiva, Alejandra Oliveras fue una boxeadora que dejó huella. Conocida por su carácter fuerte y su perseverancia, participó en múltiples competencias nacionales e internacionales. Además, se convirtió en una figura motivacional, utilizando sus redes sociales para transmitir mensajes que motivaban a sus seguidores a vivir con intensidad y a no rendirse ante las adversidades.
Su historia personal también estuvo marcada por hechos trágicos. Como muchos deportistas que emergen desde contextos difíciles, ella enfrentó violencia de género y desafíos económicos. Sin embargo, fue precisamente en esas adversidades donde halló la fuerza para salir adelante. Contó en varias entrevistas cómo fue que, en su infancia en un pueblo sin infraestructura deportiva, comenzó a entrenar en la sombra y en la clandestinidad, para luego consolidarse y representar a su país en competencias internacionales.
La muerte de Oliveras a los 47 años deja un mensaje potente: apreciar cada día, cada momento y valorar la vida en toda su plenitud. Sus palabras siguen resonando y sirviendo de inspiración, recordándonos que el dinero y los bienes materiales no son lo que realmente llena el alma.
Al contrario, la felicidad se encuentra en las pequeñas cosas, en estar vivos y en la capacidad de disfrutar y agradecer lo que tenemos.
Su legado, además de sus logros deportivos, está en su actitud frente a la vida, en su honestidad y en la fuerza con la que enfrentó cada obstáculo personal.