El regreso de tres jugadores en Manchester United y las novedades en Tottenham perfilan una final emocionante en San Mamés, con ambos equipos buscando cerrar una temporada difícil con un título europeo.
En una temporada marcada por dificultades y resultados por debajo de las expectativas, tanto Manchester United como Tottenham Hotspur se preparan para disputar la final de la Europa League 2024-25 en el estadio de San Mamés, en Bilbao.
La expectativa crece ante la posibilidad de que jugadores clave regresen a tiempo para contribuir en un encuentro que promete ser histórico para ambos clubes.
Manchester United, que ha tenido una campaña para el olvido en la Premier League, se aferra a la esperanza de cerrar con broche de oro su temporada con un título europeo.
Actualmente en la posición 16 de la liga, con 18 derrotas —el peor registro desde que la Premier League fue inaugurada en 1992—, el equipo dirigido por Rubén Amorim ha mostrado una notable recuperación en la recta final de la competencia continental.
La noticia más destacada es la posible participación de Diogo Dalot, Leny Yoro y Joshua Zirkzee, quienes participaron en los entrenamientos del martes y podrían saltar al campo en los minutos finales del partido.
El regreso de Zirkzee, en particular, ha sido una sorpresa, ya que inicialmente se pensaba que su lesión en el isquiotibial lo mantendría alejado de las canchas por toda la temporada.
Sin embargo, el delantero neerlandés, que sufrió la lesión en abril, ha acelerado su recuperación y ahora está en condiciones de aportar. Por su parte, Dalot, que arrastraba una lesión en la pantorrilla desde abril, y Yoro, que llevaba fuera desde principios de mes, también parecen listos para jugar.
El técnico Amorim expresó optimismo respecto a la recuperación de estos jugadores: “Es muy positivo para nosotros, aunque su tiempo en el campo será limitado, pueden ayudarnos a ganar”.
La presencia de Zirkzee, en particular, fue vista como un refuerzo importante, dado que su ausencia había sido considerada definitiva para el resto del curso.
En contraste, Matthijs de Ligt no podrá jugar, aunque viajó a Bilbao para apoyar a sus compañeros, mientras que Lisandro Martínez continúa fuera por una lesión grave en la rodilla.
La campaña del United ha sido difícil, pero la oportunidad de ganar la Europa League puede ser un aliciente para cerrar la temporada con un título y, quizás, dar un impulso emocional a la plantilla.
Por otro lado, Tottenham, que apunta a obtener su primer trofeo desde la Copa de la Liga inglesa en 2008, llega a Bilbao con bajas importantes. El entrenador Ange Postecoglou confirmó que Lucas Bergvall no se recuperó a tiempo de una lesión en el tobillo y no podrá jugar, aunque Pape Sarr estará disponible pese a no haber terminado el partido contra Aston Villa por molestias en la espalda.
El equipo londinense, que actualmente ocupa la posición 17 en la Premier League con 21 derrotas —una cifra récord en la era moderna—, busca redimir una temporada para el olvido.
Tottenham fue subcampeón de la Champions League en 2019 y ahora intenta sumar un título europeo que revitalice su historia. La final en Bilbao será su primera gran oportunidad en años para levantar un trofeo continental.
Además, UEFA ha emitido advertencias tanto para los fanáticos de Manchester United como de Tottenham respecto a la venta no oficial de entradas para la final, recomendando adquirir los boletos únicamente a través de canales oficiales para evitar fraudes.
En definitiva, la final de la Europa League 2024-25 en San Mamés promete ser un duelo de emociones y resistencia, con ambos equipos luchando por cerrar una temporada complicada con un logro que podría marcar un antes y un después en su historia reciente.
La expectativa es alta y el mundo del fútbol estará atento a este enfrentamiento decisivo.
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