El 26 de agosto fue la fecha de un encuentro clave entre Juan Sebastián Verón, actual presidente de Estudiantes de La Plata, y Foster Gillett Jr., empresario estadounidense.

La reunión tuvo lugar en el estadio Uno, justo antes de que Estudiantes se enfrentara a Boca Juniors en la fecha 12 de la Liga Profesional.

En un cordial diálogo en inglés, ambos intercambiaron anécdotas relacionadas con la Premier League, un ámbito que Verón conoce bien debido a su trayectoria en el Manchester United y Chelsea entre 2001 y 2004. Sin embargo, el tema central de la conversación fue una propuesta ambiciosa que podría cambiar el rumbo del fútbol argentino: Gillett está dispuesto a invertir alrededor de 93 millones de euros en Estudiantes para ayudar a su desarrollo y crecimiento.

Este tipo de inversiones siempre despiertan escepticismo entre los aficionados de muchos clubes, ya que las entidades de sociedad anónima deportiva han sido objeto de controversia en el deporte argentino.

El propio presidente de la AFA, Claudio Tapia, ha descalificado estas formas de gestión, y recientes intentos de establecer sociedades anónimas se han visto frustrados por obstáculos legales.

Verón, en su papel de líder, ha argumentado la necesidad de adaptarse a nuevos modelos de gestión.

En declaraciones de abril, subrayó que “Los clubes ya no pueden crecer por sus propios medios; están en camino a la quiebra”. Insistió en que el crecimiento del club no necesariamente implica perder su identidad, y que las inversiones deberían abrir nuevas posibilidades sin tener que vender el club.

Una de las prioridades de Gillett Jr.

sería el financiamiento para la expansión del estadio UNO, que actualmente tiene una capacidad de 32,530 espectadores.

La propuesta de ampliación incluiría cerrar los codos del estadio, aumentando no solo su capacidad, sino también mejorando la funcionalidad del mismo.

Esto es parte de un proyecto que lidera Miguel Menno, secretario de Obras del club.

Además de la mejora en infraestructura, Verón enfatiza la importancia del desarrollo del fútbol juvenil y la necesidad de atraer jugadores de alto nivel al equipo, especialmente ya que el plantel se prepara para participar en la próxima Copa Libertadores.

El empresario de 47 años, que ha sido acompañado en su visita por Guillermo Tofoni, reconocido organizador de eventos deportivos, espera establecer un modelo de contrato que permita a la Asociación Civil de Estudiantes participar de los beneficios económicos de la inversión.

La historia de Gillett en el fútbol no es nueva; su padre fue dueño del Liverpool FC, una experiencia que dejó su marca y que motiva al empresario a buscar un nuevo horizonte en el fútbol argentino.

A pesar de los desafíos que representa la AFA para este tipo de inversiones, Gillett y Verón mantienen diálogos con autoridades gubernamentales, incluyendo varias reuniones recientes con el presidente Javier Milei.

De acuerdo a fuentes cercanas, los términos de la inversión aún están en negociaciones, pero podría incluir la obtención de porcentajes en ticketing y derechos sobre jugadores, buscando así crear un modelo de negocio que beneficie tanto al inversor como al club, siempre con la consulta previa a los socios en asambleas programadas.