La reciente llegada de Cristian Medina a Estudiantes de La Plata, financiada por Foster Gillett, genera debate sobre las Sociedades Anónimas en el fútbol argentino, con opiniones encontradas entre la directiva y la presidencia.
La reciente incorporación de Cristian Medina en Estudiantes de La Plata ha puesto de nuevo en el centro del debate la posibilidad de que las Sociedades Anónimas Deportivas (SAD) hagan su entrada al fútbol argentino.
Este movimiento fue posible gracias al empresario Foster Gillett, quien abonó 15 millones de dólares (aproximadamente 14 millones de euros) para activar la cláusula de rescisión del jugador proveniente de Boca Juniors.
Javier Milei, presidente de Argentina, se ha manifestado en diversas ocasiones favor de esta modernización del fútbol al proponer la incorporación de las SAD en la Asociación del Fútbol Argentino (AFA), desafiando así la oposición de figuras como Claudio Chiqui Tapia.
En una reciente entrevista, Milei comentó: "Estudiantes está en camino de convertirse en una SAD. Este modelo será beneficioso para sus socios e hinchas.
Afortunadamente, cuentan con un presidente que no solo es un destacado jugador, sino que también posee una notable inteligencia".
Sin embargo, el exfutbolista Juan Sebastián Verón, actual presidente del club platense, ha rechazado estas afirmaciones.
En una entrevista concedida a La Voz Albirroja, Verón afirmó: "Estudiantes no se convertirá en una sociedad anónima.
Ya lo hemos declarado antes, y continuaremos haciéndolo". La respuesta de Verón parece un intento de calmar a los aficionados que temen que el club modifique su estructura histórica y su relación con la comunidad.
A pesar de sus diferencias, la llegada de Gillett ha levantado expectativas, no solo por Medina, sino también por la posible llegada de otros jugadores como Lucas Alario.
En este sentido, Verón indicó que se está encaminando hacia un modelo de gestión que busca transformar el fútbol argentino.
"Lo que tenemos por delante facilitará nuestra forma de gestión y la transición hacia un nuevo paradigma", añadió.
El presidente de Estudiantes insistió en que el club no está tomando decisiones impulsivas ni está hipotecando su futuro: "Estamos aquí porque hemos trabajado y estudiado para definir lo que viene para el fútbol argentino.
Este es un proceso que necesita pasar y ser vivido por todos nosotros". Aclaró que el club no actuará sin la aprobación de sus socios y que cualquier decisión se comunicará claramente.
Verón, que ha estado dirigiendo a Estudiantes desde 2014, defiende el proceso de modernización, señalando que no se trata de improvisaciones, sino de un análisis a fondo sobre las oportunidades que se presentan.
En este sentido, destacó que encuentran en Gillett un inversor que ve el potencial del negocio, similar a cómo lo perciben ellos en el ámbito futbolístico.
La participación del empresario está sujeta a la aprobación de una asamblea con los socios, que se llevará a cabo entre finales de febrero y marzo.
El caso de Estudiantes refleja un panorama complejo y lleno de matices sobre cómo se percibe el futuro del fútbol argentino.
Históricamente, el país ha tenido una resistencia notable hacia la privatización y mercantilización del deporte, pero la necesidad de adaptación a un sistema que ha demostrado ser efectivo en otros lugares del mundo no puede ser ignorada.
A medida que el fútbol argentino enfrenta desafíos económicos y de competitividad, la reflexión acerca de la posible inclusión de las SAD es un tema que seguirá resonando en las discusiones futbolísticas.