El exfutbolista Diego Forlán realizó su debut en el Challenger de Montevideo, donde a pesar de la derrota, recibió el apoyo incondicional del público

El Carrasco Lawn Tennis Club fue el escenario que albergó una jornada única en la que Diego Forlán, famoso futbolista uruguayo y un ícono del deporte nacional, se presentó formalmente como tenista profesional.

El evento tuvo lugar en un ambiente vibrante, con una gran afluencia de público que no quiso perderse este momento histórico, ya que Forlán, conocido por su trayectoria en el fútbol, se animó a cambiar la pelota de fútbol por la raqueta.

El partido, que formaba parte de la primera ronda del cuadro de dobles del Challenger de Montevideo, se realizó el 14 de noviembre de 2024. Esta no fue una competencia cualquiera; Forlán, quien compartió cancha con el argentino Federico Coria, se enfrento a los bolivianos Boris Arias y Federico Zeballos, estos últimos finalistas en la versión anterior del torneo celebrado sobre polvo de ladrillo.

El debut fue breve, ya que la contienda se resolvió en apenas 47 minutos, con un resultado que reflejó la falta de experiencia de Forlán en este ámbito.

Los bolivianos impusieron su juego con un contundente 6-1, 6-2, lo que evidenció que el futbolista, a pesar de sus dotes atléticas, enfrentaba un aprendizaje empinado.

A pesar de las dificultades que encontró, como la falta de potencia en su servicio y algunos problemas en las devoluciones ante el saque de sus oponentes, Forlán mostró destellos de su talento en la red y realizó impresionantes golpes de drive que hicieron vibrar a la audiencia.

La llegada de Forlán a la competencia se facilitó gracias a una wild card, otorgada por los organizadores del evento, quienes reconocieron su ardor y dedicación en el deporte.

En entrevistas posteriores, Forlán reveló que la idea de incursionar en el tenis profesional había estado latente en su mente desde hacía meses, impulsada por su amigo Ignacio Carou, un tenista con quien había compartido entrenamientos.

El camino hacia su debut no fue sencillo.

Forlán, a sus 45 años, había tomado la decisión de probar con el tenis después de una carrera futbolística llena de éxitos; jugó en equipos de renombre como el Manchester United, Atlético de Madrid e Independiente de Avellaneda.

El exfutbolista también destacó que el tenis ha estado presente en su vida desde joven, y era un pasatiempo que siempre le había atraído.

El ambiente en la cancha fue electrizante; la multitud aclamó a Forlán con cánticos y aplausos desde su ingreso, evocando memorias de sus hazañas futbolísticas, como cuando se consagró campeón de la Copa América en 2011 y ganó el Balón de Oro en el Mundial de Sudáfrica 2010. Con una camiseta celeste, Forlán evocó los colores de la selección uruguaya, consolidando su estatus como figura emblemática del deporte en su país.

A pesar de la derrota, el debut de Diego Forlán en el tenis fue un momento significativo que unió a aficionados de múltiples disciplinas deportivas, destacando que su pasión por el deporte va más allá de la competencia, consolidando su legado como un atleta versátil que nunca deja de buscar nuevos desafíos.