En la última semana, el Deportivo Riestra ha captado la atención de los aficionados del fútbol argentino al incluir a un streamer en su alineación titular, que se enfrentó al líder del torneo, Vélez Sarsfield.

Esta decisión no solo ha suscitado un gran revuelo en las redes sociales, sino que también ha puesto sobre la mesa el debate sobre el modelo de gestión de este club.

Fundado hace casi un siglo en Nueva Pompeya, el Deportivo Riestra ha atravesado por diversas etapas históricas, pero nunca como en la última década, cuando la figura del abogado Víctor Stinfale comenzó a tener un papel protagónico dentro de la institución.

Stinfale, conocido por su vinculación con diferentes sectores de la sociedad, ha sido objeto de controversia, pero su llegada al club marcó un punto de inflexión en su historia.

Esto se refleja en el crecimiento y la evolución del club, que ha logrado ascender de las ligas más bajas del fútbol argentino hasta alcanzar la Liga Profesional en 2024.

A pesar de ser un club con apenas 800 socios activos en un contexto donde la sombra de la privatización de los clubes de fútbol en Argentina pesa, Deportivo Riestra ha encontrado en Stinfale un benefactor que ha inyectado considerables recursos.

La gestión de Stinfale se ha caracterizado por un enfoque empresarial, donde el fútbol profesional parece beneficiarse de fondos que no siempre provienen de las arcas tradicionales del club.

La emblemática historia del Deportivo Riestra se remonta a su fundación en 1931, siendo nombrado en honor a Norberto de la Riestra, un financista con una trayectoria política notable en el siglo XIX. Desde sus inicios, el club ha tenido que enfrentar múltiples obstáculos, incluidos momentos críticos como en 1990, cuando estuvo al borde de la desafiliación tras un mal desempeño en la Primera D. En 1981, además, sufrió la expropiación de sus terrenos para la construcción de una autopista, lo que lo llevó a un momento de reinicio total.

El ascenso meteórico de Riestra ha generado escepticismo y sospechas, especialmente tras su ascenso a la Primera C en 2014 y posteriormente a la Primera B y, finalmente, a la Liga Profesional.

Este proceso estuvo seguido de cerca por los aficionados y expertos, quienes han cuestionado si este crecimiento se debe realmente a un trabajo meritocrático o si las decisiones financieras han jugado un papel desproporcionado.

Los hitos históricos del club son significativos.

El primer ascenso a la Primera C fue obtenido tras una gran campaña en 2014, donde terminaron en segundo lugar.

Pero fue en 2017 cuando el equipo llegó a su punto más polémico al ascender a la Primera B Nacional, después de un partido disputado que terminó en suspensión debido a la invasión del campo por parte de simpatizantes.

Eventualmente, lograron mantener su lugar a pesar de un descuento de puntos que enfrentaron por la situación.

En la temporada 2018, Riestra volvió a la popularidad al beneficiarse de un cambio en el reglamento de la AFA que permitió más ascensos a la Primera B. En la actualidad, el desafiante camino de Deportivo Riestra, marcado por decisiones audaces y una gestión cuestionable, presenta una compleja imagen del fútbol argentino, donde lo tradicional se encuentra a menudo con lo innovador, provocando un debate que seguramente seguirá vigente en el futuro.