Los futbolistas Rodrigo De Paul y Raphinha han dejado atrás sus tensiones tras el enfrentamiento entre Argentina y Brasil, demostrando que el deporte puede unir más allá de la rivalidad.

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El conocido refrán que dice que 'el tiempo lo cura todo' podría aplicarse a la reciente reconciliación entre Rodrigo De Paul y Raphinha, aunque la actual situación ocurrió hace solo unos días.

Tras el intenso partido que tuvo lugar entre Argentina y Brasil, donde las tensiones y provocaciones estuvieron al orden del día, ambos futbolistas lograron dejar atrás sus diferencias de una manera muy amistosa.

En un clásico que se caracterizó por las chicanas mutuas, los jugadores se reconciliaron luego de que De Paul, del Atlético de Madrid, recibiera una decepcionante noticia al quedar fuera de la Copa del Rey a manos del Barcelona.

En este contexto de rivalidad, Raphinha había causado revuelo con sus declaraciones en un programa conducido por el famoso Romario, donde mencionó su deseo de dar 'una paliza' a la selección argentina tanto en el terreno de juego como fuera de él.

Ante estas afirmaciones, De Paul tomó la palabra de manera similar a Lionel Scaloni, el seleccionador argentino, quien después de que su equipo sufriera una derrota por 4 a 1 en el estadio Monumental, se apresuró a disculpar al brasileño.

'Esto es un Brasil-Argentina, no necesitamos declaraciones para que el partido sea vibrante. Lo disculpo porque entiendo que no lo hizo intencionadamente; simplemente defendía a su equipo', explicó el entrenador que levanta el trofeo mundial.

Poco después, se hizo público el gesto de Scaloni, que esperó a Raphinha en el pasillo rumbo a los vestuarios. Al margen de las cámaras, el entrenador le ofreció un cálido abrazo, un gesto que logró suavizar la tensión acumulada durante el tiempo reglamentario entre argentinos y brasileños.

La rivalidad que también se sintió entre los aficionados se había apaciguado, aunque no sin antes dejar huella.

Días después, Nicolás Tagliafico, quien también estuvo presente en ese partido, reveló que Raphinha intentó explicar que sus palabras en el programa de Romario habían sido malinterpretadas.

Sin embargo, el estrépito de esa situación ya había tomado vuelo.

Este miércoles, la situación entre ambos jugadores se cerró con broche de oro. En lugar de celebrar la clasificación de Barcelona a la final de la Copa del Rey, donde se medirá con el Real Madrid, Raphinha aguardó para chocar las palmas con el entrenador Diego Pablo Simeone y, posteriormente, con Rodrigo De Paul.

Antes de iniciar el encuentro, ambos jugadores se reunieron junto a sus compañeros, compartiendo algunas palabras mientras cubrían sus bocas con las manos, en un intento por evitar que las cámaras captaran el momento.

Al finalizar el partido, se reencontraron en el mismo lugar; Raphinha saludó a De Paul, se abrazaron con camaradería y intercambiaron las camisetas que habían utilizado durante el partido.

Esta acción, en un mundo tan interconectado como el actual, se volvió viral en cuestión de minutos. ¿Será esta la definitiva señal de que sus diferencias han quedado totalmente resueltas?