Un tribunal español anula la condena de Dani Alves por falta de pruebas. La justicia declara insuficientes las evidencias en su contra.

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El Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJCat) ha proclamado la absolución del exfutbolista brasileño Dani Alves, revocando así la condena de cuatro años y medio de prisión impuesta por el delito de violación.

Esta decisión, comunicada el día de hoy, se basa principalmente en la ausencia de pruebas contundentes y en las contradicciones presentadas durante el juicio.

Los jueces del tribunal de apelaciones determinaron de manera unánime que existían "vacíos, imprecisiones, inconsistencias y contradicciones" en la valoración de los hechos y en la sentencia original.

Consideraron que las pruebas aportadas no constituían un respaldo suficiente para acreditar la acusación. La defensa de Alves argumentó que las pruebas eran insuficientes desde el inicio del proceso, y la decisión del TSJCat parece validarla al subrayar que el testimonio de la denunciante no es suficientemente fiable.

"Estamos muy felices. Es inocente y se ha demostrado. La justicia ya ha hablado", comentó la abogada de Alves, Inés Guardiola, al salir del tribunal. Alves, de 41 años, había estado en libertad condicional desde marzo de este año, tras haber estado en prisión preventiva desde enero. Su situación financiera le permitió pagar una fianza de un millón de euros (aproximadamente 1,1 millones de dólares) para salir del penal mientras se resolvía su recurso.

Los acontecimientos sobre los que se juzgó a Alves sucedieron el 31 de diciembre de 2022, en una discoteca en Barcelona, justo después de que el futbolista regresara a la ciudad tras su participación en el Mundial de Catar.

Según la denuncia, Alves invitó a la joven a un área aislada de la discoteca, donde se produjo el presunto ataque sexual. Sin embargo, las grabaciones de seguridad mostraron la primera parte del encuentro, dejando a la vista las discrepancias entre el relato de la denunciante y lo registrado por las cámaras.

El tribunal de apelación también analizó el hecho de que la fiscalía había solicitado un incremento de la pena a nueve años, y que la acusación particular había pedido hasta 12 años, afirmaciones que fueron desestimadas en la resolución final.

En un contexto más amplio, el caso de Alves ha echado luz sobre las tensiones en torno a la justicia en Brasil y España. En marzo de 2024, el presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva expresó su preocupación sobre la desigualdad en la justicia, la cual parece favorecer a los más adinerados, indicando que la liberación de un individuo con tales recursos económicos no debería opacar los derechos de las víctimas.

Dani Alves es uno de los futbolistas más laureados en la historia, ocupando un lugar destacado en las listas de campeones junto a leyendas como Lionel Messi.

Su carrera ha atravesado clubes de renombre, y su continuada relevancia en el deporte resalta la complejidad de la intersección entre fama, poder y justicia.

Este veredicto puede tener implicaciones significativas en cómo se manejan casos similares en el futuro, y plantea nuevamente el debate sobre la presunción de inocencia y la importancia de pruebas fiables en un estado de derecho.