La llegada de Cristian Medina a Estudiantes de La Plata enfrenta un obstáculo debido a una denuncia por el pago de su cláusula de rescisión. Este caso podría marcar un hito en la transformación del fútbol argentino.

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La llegada del mediocampista Cristian Medina a Estudiantes de La Plata, una de las apuestas más ambiciosas dentro del panorama futbolístico argentino, podría estar en peligro debido a un posible error en el proceso de rescisión de su contrato con Boca Juniors.

Según revelaron fuentes cercanas, Boca ha presentado una denuncia ante la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) afirmando que el pago de la cláusula de rescisión, estimada en aproximadamente 14 millones de euros, fue realizado desde una cuenta de un grupo inversor encabezado por el estadounidense Foster Gillett.

Esto no solo representa un desencuentro entre clubes, sino que podría acarrear sanciones por parte de la FIFA, que prohíbe expresamente que terceros realicen pagos en lugar de los jugadores o los clubes involucrados.

El Artículo 18 de la sección de transferencias de la normativa FIFA establece que cualquier transacción debe ejecutarse directamente por el futbolista o por el club que lo contrata.

Debido a esta situación, el Departamento Legal de la AFA deberá decidir sobre el futuro del jugador entre el lunes y el martes próximos. Hasta el momento, la transferencias de Medina no ha sido formalizada oficialmente por Estudiantes, aunque su presidente, Juan Sebastián Verón, dejó entrever la incorporación a través de un mensaje en su cuenta de Instagram.

Medina, de solo 22 años, llegó a Boca en 2021 y ha disputado hasta ahora 160 encuentros, anotando 9 goles. Su posible cesión a Estudiantes, que en el contexto actual parece incierta, ha generado diversas especulaciones en La Plata. Se menciona la posibilidad de que el jugador sea cedido a préstamo por cuatro años, lo que lleva a preguntarse sobre la identidad del club que realizara dicha cesión.

Se ha hablado sobre la posibilidad de que Medina sea primero inscrito en un club de intermediación, siendo Rampla Juniors de Uruguay uno de los nombres que han aparecido en las conversaciones.

La llegada de un inversor como Gillett es considerada por algunos como el primer paso hacia la implementación de Sociedades Anónimas Deportivas (SAD) en el fútbol argentino.

El presidente Verón ha declarado que el acuerdo contempla una inversión inicial de 150 millones de euros, con planes estratégicos que incluyen destinar cerca de 30 millones a la contratación de nuevos futbolistas en este mercado de pases.

Esto se enmarca dentro de un proyecto más amplio que tiene como objetivo revitalizar el club y hacerlo más competitivo en el ámbito internacional.

Sin embargo, para que estos planes se materialicen, el consenso de los socios de Estudiantes será fundamental. La Comisión Directiva ya ha dado un primer paso al autorizar al presidente a continuar con las negociaciones con el grupo de Gillett. En una reciente entrevista, Verón subrayó que buscan usar el marco de las SAD exclusivamente para el fútbol, manteniendo la esencia del club y evitando que se convierta en una sociedad anónima.

La cooperación y la transparencia en la gestión serán claves en este proceso. Con la mirada puesta en la Copa Libertadores de 2025, Estudiantes busca construir un equipo que represente un serio contendiente en el ámbito sudamericano.

A medida que se acerca la asamblea extraordinaria de socios, los líderes del club desean allanar el camino para la llegada de nuevas figuras, entre las que suena el delantero Lucas Alario, y asegurar un futuro prometedor para la institución.