Jason Gillespie, exentrenador interino de Pakistán, y la Junta de Cricket de Pakistán (PCB) están en medio de una disputa económica tras su salida del cargo. El técnico australiano reclama pagos pendientes y acusa incumplimientos contractuales, mientras que el PCB alega que Gillespie abandonó sin cumplir con el preaviso estipulado. La controversia ha escalado a nivel internacional, generando tensiones en el mundo del cricket paquistaní.

Imagen relacionada de conflicto financiero entre exentrenador de pakistan y la junta de cricket por impagos

La controversia surge tras la salida de Gillespie en diciembre del año pasado, cuando el técnico australiano denunció que aún le adeudan importantes sumas de dinero por su trabajo en el equipo nacional.

Según declaraciones exclusivas a ESPNcricinfo, Gillespie afirmó que la junta paquistaní le debe dinero por bonos y premios prometidos, además de salarios pendientes.

Entre esas cantidades, destacó un bono por liderar a #Pakistán en una serie de pruebas contra Inglaterra en octubre de 2023 y otra por la victoria en una serie de ODI contra Australia en noviembre del mismo año.

El entrenador, de 50 años, tomó las riendas del equipo en una etapa interina tras la renuncia de Gary Kirsten, debido a diferencias con la junta. Gillespie asegura que tenía garantías por escrito respecto a su remuneración, garantías que, según afirma, no se han cumplido hasta la fecha. La relación entre Gillespie y la PCB se deterioró antes de su salida definitiva. Dos meses antes de su renuncia, fue removido del panel de selección y posteriormente relegado a un rol de «estratega en días de partido». Gillespie también criticó públicamente a Aaqib Javed, entrenador interino del equipo, acusándolo de socavar su autoridad y de liderar campañas internas para tomar el control del equipo en todas las categorías.

La disputa ha llegado a niveles internacionales, ya que Gillespie ha llevado el caso al Consejo Internacional de #Cricket (ICC), aunque no está claro si este organismo tiene competencia para intervenir en asuntos contractuales de carácter nacional.

La Junta de Cricket de Pakistán, por su parte, negó las acusaciones y emitió un comunicado en el que asegura que Gillespie abandonó su cargo de manera abrupta y sin respetar el preaviso contractual de cuatro meses, lo cual, desde su punto de vista, constituye una violación contractual clara.

Que reflejan la inestabilidad en la gestión del cricket en Pakistán

El conflicto se ha visto agravado por las declaraciones cruzadas y las tensiones internas, que reflejan la inestabilidad en la gestión del cricket en Pakistán.

La relación entre Gillespie y la junta se había tensado aún más tras su exclusión del panel de selección y la reducción de su rol a un simple asesor para los partidos, una decisión que, según fuentes cercanas, fue motivada por diferencias internas y descontento con su gestión.

Este escándalo llega en un momento en que el cricket paquistaní enfrenta diversos desafíos, incluyendo la recuperación tras las restricciones de turismo internacional y las dificultades para mantener un equipo competitivo en todas las categorías.

La situación también pone en evidencia las complicaciones contractuales y de gestión que a menudo enfrentan los cuerpos técnicos en países donde la estabilidad administrativa aún es un objetivo a alcanzar.

En términos económicos, la disputa tiene un impacto significativo, considerando que las sumas adeudadas por la PCB a Gillespie estarían en torno a los 15,000 euros, aproximadamente.

Este tipo de conflictos no solo afectan la reputación del cricket en Pakistán, sino que también generan incertidumbre entre los profesionales internacionales que consideran trabajar en el país en el futuro.