El capitán inglés, Ben Stokes, atraviesa un momento complicado en su carrera, con su rendimiento en la cancha disminuyendo y las críticas aumentando tras una derrota humillante ante India en Birmingham. Supuestamente, su forma con el bate ha ido decayendo en los últimos años, lo que genera dudas sobre su capacidad para liderar a un equipo inglés en crisis. Mientras tanto, sus contrapartes en la serie, como Shubman Gill, parecen estar en plena forma y demostrando su talento en el campo.

Supuestamente, su rendimiento con el bate ha ido deteriorándose con el paso de los años, particularmente en un momento en que su #liderazgo debería ser fundamental para motivar y guiar al equipo en medio de una serie complicada contra India.
La derrota en la segunda prueba en Edgbaston, que dejó a #Inglaterra humillada, ha intensificado las dudas sobre si Stokes todavía tiene la capacidad para liderar desde el frente.
Desde que asumió el cargo de capitán hace aproximadamente tres años, se esperaba que Stokes pudiera mantener un alto nivel de rendimiento y liderazgo.
Sin embargo, supuestamente, en los últimos dos años, su forma ha ido en declive, siendo evidente en su rendimiento con el bate, donde no ha logrado anotar un siglo desde hace más de dos años, específicamente en una prueba en Lord’s, donde alcanzó su último triple dígito en un contexto de Ashes.
La presión aumentó tras la derrota en Birmingham, donde su juego mostró signos de inseguridad y falta de precisión.
Expertos y exjugadores del cricket, como Michael Atherton, han señalado que esta serie contra #India puede ser considerada como una de las pruebas más arduas para el liderazgo de Stokes.
Atherton, que fue capitán de Inglaterra en el pasado, ha mencionado en su columna para 'The Times' que las circunstancias actuales —como la fatiga por partidos consecutivos, la recuperación de lesiones y la mala forma— afectan significativamente la confianza y el rendimiento del capitán.
Supuestamente, su dedicación a un solo formato de cricket, principalmente en Test, ha limitado su desarrollo en otros aspectos y ha contribuido a su desgaste físico y mental.
Con una consistencia que ha puesto en aprietos a la línea de ataque de Inglaterra
Por otro lado, la oposición, representada por jugadores como Shubman Gill, muestra un contraste total. Gill ha sido una figura dominante en la serie, mostrando una visión clara, determinación y un enfoque centrado en su juego. En particular, supuestamente, sus estadísticas en esta serie han sido extraordinarias, con una consistencia que ha puesto en aprietos a la línea de ataque de Inglaterra.
La estrategia inglesa ha sido tratar de neutralizar a Gill, apuntando a su stumps y buscando variaciones que le hagan cometer errores, pero, supuestamente, hasta ahora, el joven bateador no ha mostrado signos de vulnerabilidad.
En cuanto al cuerpo de lanzadores, la selección para las próximas pruebas sigue siendo objeto de debate. Jofra Archer y Gus Atkinson, que se recuperaron de lesiones, están en duda si podrán jugar en el próximo test en Lord’s. Atherton sugiere que ambos deben ser considerados, ya que en sus carreras anteriores han demostrado un rendimiento destacado en el histórico estadio londinense.
Supuestamente, Archer, que fue clave en 2019 para detener a Steve Smith, podría estar en condiciones para aportar si está en plenitud física, aunque su poca experiencia reciente en cinco días de cricket de alto nivel genera incertidumbre.
Por su parte, Atherton también señala que Chris Woakes, de 36 años, ha tenido un rendimiento por debajo de lo esperado en la serie, con solo tres wickets en cinco partidos.
Su posible reemplazo, Sam Cook, aún no ha mostrado consistencia en el escenario internacional, lo que mantiene en duda su inclusión.
A pesar de las dificultades, Atherton aconseja mantener la calma y no precipitar cambios drásticos tras una derrota. Recomienda reforzar el ataque con Archer y Atkinson, en lugar de hacer cambios radicales en el orden de bateo, confiando en que con la experiencia y la estrategia adecuada, Inglaterra puede revertir su situación.