En un enfrentamiento marcado por la polémica, la selección argentina juvenil logró empatar 1-1 con Mauritania gracias a un penalti discutido que generó protestas entre los jugadores africanos.
Esta semana, mientras se celebran los Juegos Olímpicos, también está en curso el emblemático torneo juvenil COTIF L'Alcudia.
Un evento que ha sido un trampolín para muchos futbolistas, incluyendo al actual seleccionador argentino, Lionel Scaloni.
La selección argentina, que ha ganado este torneo en tres ocasiones (2012, 2018 y 2022), ha vuelto a ser protagonista, aunque esta vez en medio de un nuevo escándalo.
El jueves por la tarde, el equipo liderado por Diego Placente se enfrentó a la selección de Mauritania en su tercer partido de la competencia.
El encuentro no estuvo exento de controversia, ya que un penalti que muchos consideraron inexistente permitió a Argentina igualar un partido que parecía perdido.
El primer gol del partido llegó a favor de Mauritania, anotado por Bilal Maouloud, quien logró marcar de cabeza en los primeros minutos del segundo tiempo.
Este tanto encendió la chispa de la polémica, ya que los argentinos se mostraron frustrados y con pocas oportunidades de respuesta.
Sin embargo, a quince minutos del final, se desató el drama.
En un momento que cambió el rumbo del encuentro, el árbitro español decidió sancionar un penalti tras un choque en el área entre un defensor mauritano y el jugador argentino Sosa, quien había ingresado al área incluso tras lanzar un centro.
La decisión rápidamente provocó la ira de los futbolistas de Mauritania, quienes no podían creer la decisión arbitral.
Mientras algunos jugadores africanos se enfrentaban al árbitro, Maher Mauricio Carriso asumió la responsabilidad de ejecutar la pena máxima.
Con un tiro bien colocado, logró marcar el empate 1-1 que desató la celebración del equipo argentino y, a su vez, más tensión en el campo.
La situación se intensificó cuando los jugadores mauritanos rodearon al árbitro en protesta por la decisión.
En medio de esta confusión, se vio la intervención de la Guardia Civil, que tuvo que entrar al terreno de juego para garantizar la seguridad de los oficiales.
La escena se tornó caótica, con empujones y protestas que interrumpieron el flujo normal del torneo.
Este torneo ha sido testigo de momentos tensos en su historia, y este partido se suma a la larga lista de incidentes que han marcado ediciones anteriores.
Argentina ha participado en diez ediciones del COTIF y, además de sus títulos, ha conseguido otros reconocimientos como subcampeón y medallas de bronce.
El próximo desafío para Argentina será el sábado, donde buscarán una victoria contra el equipo local, Valencia, para asegurar su lugar en las semifinales que se jugarán el domingo.
Con dos victorias y un empate en su haber, el equipo argentino aspira a sumar un nuevo trofeo a su colección, mientras los recuerdos de este partido polémico perduran en el ambiente.