La venta de entradas para la final de la Copa Sudamericana el próximo 23 de noviembre se convierte en un tema candente en Argentina y Brasil. Racing Club y Cruzeiro compiten por asegurar la presencia de sus seguidores en Asunción.

El enfrentamiento entre Racing Club y Cruzeiro, programado para el sábado 23 de noviembre en Asunción, Paraguay, ha generado un gran interés y pasajeros de tensión entre aficionados de ambos equipos.

Las entradas para esta esperada final de la Copa Sudamericana se han convertido en un verdadero desafío, no solo para los hinchas, sino también para las instituciones involucradas.

Racing, el equipo argentino, anunció que la venta de entradas se realizará exclusivamente para sus socios, que deberán cumplir con ciertos requisitos para adquirir su lugar en el estadio 'La Nueva Olla', que cuenta con una capacidad para aproximadamente 50.000 personas.

Según la información proporcionada, a partir de este lunes a las 11:00 horas, los socios que tengan su cuota al día podrán acceder a un sistema de canje de códigos a través de una plataforma digital.

El club ha destacado que, gracias a la modalidad de venta implementada mediante Racing Pass, un porcentaje de los códigos estará garantizado para los socios vitalicios, aquellos que tienen 50 años de membresía, así como para los abonados.

Esto es un intento por parte de la entidad de asegurar que aquellos que apoyan al club a lo largo de los años tengan la posibilidad de estar presentes en este evento trascendental.

Sin embargo, el total de entradas ofrecidas por la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol) es insuficiente considerando la magnitud del club.

Desde la dirigencia de Racing se han llevado a cabo gestiones para intentar aumentar el número inicial de entradas, aunque las posibilidades parecen limitadas debido a compromisos ya establecidos por Conmebol.

Esto añade más presión a los aficionados, que ven cómo la situación se complica mientras esperan poder comprar sus boletos.

Asimismo, se informó que las entradas serán nominales, es decir, que los aficionados deberán acreditar su identidad en el momento de ingresar al estadio.

Esto es parte de un esfuerzo por parte de las organizaciones para controlar la venta y asegurarse de que los verdaderos hinchas tengan acceso a esta gran final.

En Brasil, la situación no es diferente.

Cruzeiro también ha implementado medidas similares y la demanda por las entradas ha sido extremadamente alta.

Históricamente, los encuentros entre equipos argentinos y brasileños suelen ser apasionantes, no solo dentro del campo de juego, sino también entre sus respectivas hinchadas, que están dispuestas a hacer lo que sea necesario para estar presentes en estos eventos únicos.

La final de la Copa Sudamericana no solo representa un título en juego, sino también una oportunidad para que los clubes muestren el fervor de sus hinchas en una competición continental.

Sin duda, el evento del 23 de noviembre tendrá a todo el mundo del fútbol sudamericano a la expectativa, y las entradas serán el pasaporte para vivir esta experiencia inolvidable.