Las expectativas en torno a los encuentros de cuartos de final de la Copa Libertadores entre Colo-Colo y River Plate se han visto opacadas por la decisión de no permitir la presencia de público visitante.

A pesar de las intenciones manifestadas por ambas instituciones para facilitar la llegada de aficionados, las autoridades de seguridad en las respectivas ciudades han decidido que los partidos se jueguen solo con hinchas locales.

El primer duelo está programado para el 17 de septiembre en el estadio Monumental de Santiago, mientras que el partido de vuelta tendrá lugar en el Monumental de Núñez, en Buenos Aires.

Sin embargo, la situación es compleja.

En una reunión celebrada recientemente, los organismos de seguridad chilenos se expresaron en contra de recibir hinchas de River en su territorio.

Así, se anticipa que, a tan solo 16 días del encuentro inicial, no habrá público visitante en ninguno de los dos partidos.

El presidente de River Plate, Jorge Brito, se mostró optimista antes de la reunión, afirmando que habían demostrado su preparación para recibir visitantes en el partido contra Talleres, con un aforo de autoridades que consideraba adecuado.

"Queremos que haya visitantes porque es parte del espectáculo y creemos que las condiciones están dadas", señaló Brito, enfatizando su respeto hacia las decisiones de las autoridades de seguridad.

Por su parte, Aníbal Mosa, presidente de Colo-Colo, expresó una postura similar, indicando que su club también desea seguir las instrucciones de los organismos de seguridad y reconoció el esfuerzo de River y Conmebol para facilitar la presencia de aficionados visitantes.

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Sin embargo, la recomendación del programa Estadio Seguro de Chile, que vela por la seguridad en los eventos deportivos, fue de limitar el acceso exclusivamente a hinchas locales, descartando así la opción de hospedar a los seguidores argentinos.

A pesar de la situación, la administración de seguridad en Buenos Aires aún no se ha pronunciado de manera definitiva.

Se espera que tomen una decisión tras el encuentro del jueves entre Argentina y Chile, correspondiente a las Eliminatorias Sudamericanas.

Si bien podría haber alguna esperanza para los hinchas de River, es presumible que sigan el mismo protocolo que sus homólogos chilenos.

En ediciones pasadas de la Copa Libertadores, ya se han visto incidentes donde la seguridad ha impedido el ingreso de simpatizantes visitantes, destacándose los octavos de final donde Colo-Colo no tuvo la oportunidad de contar con su público ante Junior, y viceversa.

En contraposición, en los encuentros entre River y Talleres sí se permitió la presencia de visitantes, un contraste que ha generado debate en torno a la seguridad en eventos deportivos de alto perfil.

El futuro de estos partidos depende en gran medida de las decisiones de seguridad regionales, que parecen estar alineadas con la preocupación por mantener un ambiente seguro y controlado para los aficionados.

La incertidumbre persiste mientras los equipos siguen adelante en sus preparativos, ansiosos por el inicio de esta intensa fase eliminatoria de la Copa Libertadores.