Son pocos los vecinos de La Plata que lo conocen cuando concurren los fines de semana a la feria de Parque Saavedra, ubicada en 12 y 66. Ahí, en un puesto de antigüedades, atiende un hombre canoso de 79 años que tiene varias historias por contar.

Se trata, ni más ni menos, que de Héctor Oscar Massa, mayormente conocido por Cacho, uno de los ayudantes de campo del cuerpo técnico que encabezó Alfio Basile y que se quedó con las Copa América de Chile 1991 y de Ecuador 1993.

Es largo el recorrido de Cacho en el fútbol.

Comenzó como ayudante de José María Silvero, en el año 1968, en Huracán de Corrientes.

Luego lo acompañó en Defensores de Cambaceres (1969), en Boca (1970-71), en Estudiantes de La Plata (1971-72), en Colón de Santa Fe (1971-72), en Atlanta (1974) y en Rosario Central (1975). En el elenco Canalla se uniría a Alfio Basile en 1976. También trabajaría como colaborador de Héctor Antonio y de Héctor Nene Rial.

En 1996 y después de atravesar algunos problemas de salud, Cacho decidió alejarse del fútbol.

Trabajó en distintas cosas hasta que en 2018 consiguió un puesto en la feria de Parque Saavedra.

Ahí fue Massa a vender su enorme colección de revistas de fútbol, a lo que le fue sumando distintas antigüedades.

"La vida es reinventarse.

El futuro es hoy.

¿Mañana? No sabés si llegás.

Lo de ayer es el pasado, lo tengo claro", dice Massa.

Y asegura: "Esta es la mejor Selección que he visto desde 1955 en adelante, y mirá que vi a los Carasucias, con la delantera de Corbatta, Angelillo, Maschio, Sivori y Cruz.

Acá sacás a uno, ponés a otro y juegan igual.

Esta Selección tiene frescura, exquisitez en todos los sectores.

Cuando trabajamos nosotros, Argentina venía de ser subcampeón mundial en el 90 y Coco Basile forma un equipo prácticamente nuevo.

Solamente quedaron Goycoechea, Ruggeri y Caniggia, pero ya no estaban Giusti, Batista, Olarticoechea y Maradona".

Héctor Oscar Massa, más conocido como Cacho Massa, es uno de los personajes más emblemáticos del fútbol argentino.

Con una extensa trayectoria como ayudante de campo y colaborador de diversos equipos, ha sido parte de momentos históricos del deporte en Argentina.

Su pasión por el fútbol lo ha llevado a mantenerse activo en el medio, compartiendo sus conocimientos y experiencias con las nuevas generaciones.

Sin duda, su legado perdurará en la memoria de los amantes del fútbol en Argentina y en el mundo entero.