En la localidad brasileña de Anápolis, un partido de segunda división se convirtió en un escenario de violencia inusitada.

Tras el pitazo final, jugadores de ambos equipos comenzaron una fuerte discusión que escaló rápidamente a empujones e insultos.

En medio de este caos, un policía decidió intervenir de la peor manera posible: disparando a quemarropa con una carabina de goma al arquero del equipo local, Ramón Souza.

El arquero fue impactado en el aductor de la pierna izquierda y debió ser atendido de urgencia en una ambulancia dentro del estadio debido a la hemorragia.

Afortunadamente, se encuentra fuera de peligro.

El incidente ha generado repudio por parte de la dirigencia del club, que ha anunciado medidas legales contra el responsable de este acto de violencia policial.

El comunicado publicado en redes sociales por Grêmio Anápolis expresa claramente la indignación y la condena hacia el accionar del policía: 'Grêmio Anápolis repudia públicamente el lamentable suceso ocurrido en el Estadio Jonas Duarte.

Este acto violento contra uno de nuestros jugadores nunca será olvidado'. El club ha anunciado que tomará las medidas necesarias para que se haga justicia y el responsable sea sancionado.

La situación ha puesto de manifiesto la necesidad de abordar de manera urgente la violencia policial en eventos deportivos en Brasil, así como garantizar la seguridad e integridad de los jugadores y espectadores.

Esperamos que este incidente sirva como un llamado de atención para prevenir futuros actos de violencia en el deporte.

Brasil tiene una larga historia de violencia en el fútbol, con incidentes que van desde peleas entre hinchadas hasta agresiones a jugadores en el campo.

Este triste episodio en Anápolis es un recordatorio de que la seguridad en los eventos deportivos debe ser una prioridad absoluta para evitar tragedias innecesarias.