Este fin de semana, Usyk y Fury se reencontrarán en el ring en Riad para definir al mejor peso pesado de la actualidad, con un trasfondo de controversia y tecnología innovadora en la puntuación.
Este sábado, el mundo del boxeo estará expectante ante la revancha entre el ucraniano Oleksandr Usyk y el británico Tyson Fury, un combate que determinará quién se coronará como el mejor peso pesado de la actualidad, a pesar de que no habrá un cinturón adicional en disputa.
El evento se llevará a cabo en el Kingdom Arena de Riad, Arabia Saudita, un recinto que tiene capacidad para 30,000 espectadores, quienes llenarán las gradas para presenciar esta lucha que es el segundo enfrentamiento entre ambos.
El primer choque tuvo lugar el 18 de mayo de este año, donde Usyk se consagró campeón indiscutido de la división, marcando un hito en la era de los cuatro cinturones.
En esa ocasión, el ucraniano, que ya ostentaba los títulos de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB), la Organización Mundial de Boxeo (OMB) y la Federación Internacional de Boxeo (FIB), se impuso a Fury en una decisión dividida tras una pelea muy reñida.
Sin embargo, el reinado de Usyk como campeón indiscutido duró tan solo 38 días, ya que decidió dejar vacante el título de la FIB el 25 de junio debido a la obligación de enfrentar a su campeón interino, Daniel Dubois, a pesar de que ya había acordado esta revancha directa con Fury.
Dubois, tras ser noqueado por Usyk en agosto de 2023, pudo conseguir el reconocimiento como campeón regular y se preparará para un enfrentamiento con Joseph Parker en febrero próximo.
En esta anticipada revancha, Usyk, de 37 años, intentará defender su posición de dominio ante un Fury de 36 años, quien medirá 2.06 metros de altura, frente a los 1.91 metros de Usyk.
A lo largo de su carrera, Usyk ha mantenido un récord perfecto de 22 victorias, de las cuales 14 fueron por nocaut.
Por su parte, Tyson Fury, que hasta ahora contaba con 34 triunfos y un empate, sufrió su primera derrota en el combate anterior contra el ucraniano.
El primer enfrentamiento fue emocionante, con Fury dominando los primeros rounds gracias a su envergadura y su poderosa estrategia.
Sin embargo, Usyk dio la vuelta a la pelea en los rounds finales, incluso estuvo cerca de noquear a Fury en el noveno asalto.
Al final, aunque Fury se sintió injustamente tratado, los jueces decidieron a favor de Usyk.
Fury ha asegurado que no habrá excusas esta vez, afirmando que su preparación ha sido mucho más sólida.
Este combate también se distingue por la inclusión de tecnología de inteligencia artificial, la cual se utilizará para puntuar el combate.
Esta innovadora idea proviene de la revista especializada The Ring y será evaluada por un juez controlado por inteligencia artificial, aunque el resultado final seguirá dependiendo de jueces humanos.
El interés por este combate va más allá del espectáculo deportivo; es un evento que promete abrir una discusión sobre la fusión entre tecnología y boxeo.
Con dos de los mejores pesados de la actualidad en el cuadrilátero, los fanáticos están ansiosos por ver quién se proclamará el rey del peso pesado en esta ocasión.