El campeón indiscutido de la división supergallo, Naoya Inoue, confirmará su próxima pelea en Tokio contra el monarca interino Murodjon Akhmadaliev, en una confrontación que ha levantado gran expectativa en el mundo del boxeo.

Después de completar con éxito su combate el pasado domingo en Las Vegas, donde venció con contundencia al durísimo mexicano Ramón Cárdenas, Naoya Inoue, reconocido como el campeón indiscutido en la división supergallo, ha puesto en marcha su próximo paso en el ring.
La pelea se llevará a cabo el 14 de septiembre en Tokio, Japón, y en principio enfrentará al monarca interino de la categoría, Murodjon Akhmadaliev, título que actualmente ostenta en la categoría de 55,3 kg (122 libras).
Akhmadaliev, nacido hace 30 años en Chust, en Uzbekistán, y radicado en California, Estados Unidos, comenzó su carrera profesional hace siete años tras una exitosa trayectoria en el amateurismo, donde fue subcampeón mundial en 2015 y medallista de bronce en los Juegos Olímpicos de Río en 2016.
Como amateur, destacó por su disciplina y talento, lo que le permitió proyectarse rápidamente en el profesionalismo. Su debut fue en Brooklyn en 2018, y desde entonces ha demostrado ser un boxeador con gran potencial, capturando títulos mundiales de manera rápida.
Su ascenso fue meteórico. En un solo año, logró unificar los títulos de la AMB y la FIB en la categoría supergallo, en una hazaña que solo había logrado anteriormente el legendario Leon Spinks en 1978, en la división peso pesado.
Akhmadaliev, que también fue medallista en los Juegos Olímpicos, ha tenido una carrera marcada por grandes victorias, incluyendo un impresionante nocaut en Monaco en su última pelea contra Ricardo Espinoza.
En cuanto a su rivalidad potencial, la expectativa era que enfrentara a Inoue después de que este anunciara en enero de 2023 su intención de subir a las 122 libras para buscar nuevos títulos mundiales.
Sin embargo, Akhmadaliev tuvo que esperar su oportunidad, que llegó tras vencer al mexicano Ricardo Espinoza en una pelea reñida en 2023, logrando así el cinturón interino de la división.
El organismo regulador, la Asociación Mundial de Boxeo (AMB), emplazó a Inoue a enfrentarse a Akhmadaliev antes del 25 de septiembre, pero el japonés optó por otras peleas y se enfrentó primero a TJ Doheny en diciembre, resultado que le permitió mantener su estatus de campeón.
Aunque la AMB y el equipo de Akhmadaliev expresaron su descontento por la demora, la realidad es que las negociaciones para la pelea pactada en Tokio se concretaron rápidamente.
La pugna entre estos dos talentos promete ser uno de los enfrentamientos más importantes de la división. La pelea, pactada en la ciudad de Tokio, ha sido confirmada por los promotores, incluyendo a Eddie Hearn, quien aseguró en su cuenta de Twitter: "¡Tratamos cerrado, por fin! El poder uzbeko contra el Monstruo.
La mejor pelea de la división". La expectativa es enorme, ya que Inoue, que suma 24 victorias (20 por KO), busca consolidar su legado enfrentando a un rival de larga data y de gran prestigio.
Pero antes de esa cita en Tokio, Akhmadaliev deberá superar un combate previo contra el mexicano Luis Castillo, programado para el 30 de mayo en Guadalajara, organizado por Matchroom Boxing.
Este encuentro, aunque no tan mediático, será crucial para que el uzbeko mantenga su preparación en óptimas condiciones y pueda llegar en forma a su enfrentamiento frente a Inoue.
Este enfrentamiento se inscribe en una tradición de grandes peleas en la historia del boxeo en Japón, país que ha albergado algunos de los combates más emblemáticos, como las rivalidades entre el legendario Masahiko Harada y los estadounidenses, o las peleas de Toyonaka Shiro y otros íconos nipones que han marcado la historia del deporte en el país.
La expectativa crece, pues ambas figuras representan diferentes estilos y trayectorias: Inoue, conocido como “El Monstruo” por su increíble poder y técnica, y Akhmadaliev, un boxeador versátil y estratégico, dispuesto a dejarlo todo en el ring.
En definitiva, la pelea programada para septiembre en Tokio no solo atraerá a los seguidores del boxeo en Japón, sino que será un espectáculo de alto nivel que puede definir el curso de la división supergallo en los próximos años.
Ambos peleadores llegarán con la motivación a tope, en una noche que promete que pase lo que pase, será recordada como una de las grandes confrontaciones de la historia del deporte del ring.