El boxeador argentino Mirco Cuello enfrentará el próximo viernes en Bengasi a Sergio Ríos Jiménez, con la esperanza de convertirse en el 43° argentino en lograr un título mundial. La pelea se realiza en un escenario inusual y con una historia llena de ejemplos de desafíos en lugares remotos y conflictivos.

Con solo 22 años, el santafesino buscará convertirse en el 43° púgil argentino en obtener un título mundial, continuando una tradición que ha llevado a varios deportistas a escenarios inusuales y peligrosos para lograr sus objetivos.
A lo largo de la historia, muchos campeones argentinos han enfrentado adversidades y desafíos en países donde la situación política o social era complicada.
Una de las expediciones más recordadas fue la de Santos Benigno Laciar en 1981, cuando viajó a Soweto, en Sudáfrica, en una época en que ese país estaba aislado por su política de segregación racial.
En un acto de valentía, Laciar se enfrentó a Peter Mathebula en el Orlando Stadium, en un combate que marcó un antes y un después en la historia del #boxeo mundial.
Con apenas 22 años, el cordobés logró el título mosca de la AMB tras un nocaut técnico en el séptimo asalto, en un ambiente hostil y bajo amenazas de violencia.
Otra historia emblemática es la de Miguel Ángel Castellini en 1977, quien luchó en Managua, Nicaragua, en medio de un clima de estado de sitio y tensión política, enfrentando peligros que iban más allá del ring.
La dictadura de Anastasio Somoza controlaba ese país en aquel entonces, y el combate contra Eddie Gazo tuvo un contexto de violencia y amenazas, aunque Castellini finalmente cayó por puntos.
Lejos de Argentina
Lejos de Argentina, en Macao, una antigua colonia portuguesa, el boxeo también tuvo su lugar de destaque pocos años atrás. En 2015, César Cuenca conquistó allí el título superligero de la Federación Internacional de Boxeo tras derrotar al chino Ik Yang en una velada marcada por la sofisticación del enclave asiático, famoso por sus casinos y hoteles de lujo.
Asimismo, en Kuala Lumpur, Malasia, el boxeo tuvo su prueba de fuego en 2018, cuando Lucas Matthysse perdió su título welter de la AMB ante el filipino Manny Pacquiao, en una pelea de altísimo perfil en el Axiata Arena.
La ciudad, conocida por su diversidad cultural y su historia deportiva, fue escenario de un combate que atrajo a miles de espectadores y que fue solo la segunda pelea por un título mundial en la historia de esa nación.
Estas historias muestran que el boxeo argentino y mundial siempre ha estado dispuesto a cruzar fronteras y desafiar obstáculos en lugares peligrosos y poco convencionales.
Muhammad Ali, por ejemplo, llevó las grandes peleas a escenarios casi insospechados, como Kinshasa en 1974, cuando enfrentó a George Foreman en un duelo que quedó en la memoria colectiva y que simbolizó la resistencia y el espíritu de lucha de aquel tiempo.
En esta tradición de coraje y audacia, Mirco Cuello busca hoy seguir los pasos de estos valientes, enfrentando a Sergio Ríos Jiménez en Libia, un país con historia convulsa y en medio de un proceso de reconstrucción.
La pelea se realiza en un escenario que, aunque no tan peligroso como Soweto, trae consigo la impronta de quienes arriesgan todo por sus sueños y por dejar huella en la historia del deporte.