George Foreman, una de las figuras más prominentes en la historia del boxeo, ha fallecido a los 76 años. Conocido por su poderío en el ring, Foreman dejó un legado imborrable en el deporte.

George Foreman, una de las figuras más icónicas del boxeo, ha fallecido a la edad de 76 años, dejando tras de sí un legado monumental en la historia de este deporte.
A lo largo de su carrera profesional, Foreman disputó ochenta y un combates, logrando una notable cantidad de victorias, de las cuales un impresionante 84% fueron por nocaut.
Entre estas batallas, tuvo tres enfrentamientos destacados con boxeadores argentinos, donde se impuso en dos ocasiones ante el sanjuanino Gregorio Peralta y en una ante el marplatense Miguel Ángel Páez.
Foreman alcanzó la fama mundial tras destacar como campeón olímpico en los Juegos de México 1968. Su primer gran triunfo en el boxeo profesional se produjo el 22 de enero de 1973, cuando desafió a Joe Frazier, quien en ese momento era el campeón de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB) y el Consejo Mundial de Boxeo (CMB).
En un impresionante combate celebrado en el Estadio Nacional de Kingston, Jamaica, Foreman derribó a Frazier en varias ocasiones durante el primer y segundo asalto, obligando al árbitro a detener la pelea con un minuto y medio restante en el segundo round.
La victoria sobre Frazier fue solo el comienzo de su impresionante carrera. Foreman se enfrentó nuevamente a Frazier en 1976, donde volvió a salir victorioso, reafirmando su dominio en la categoría de peso pesado. Su capacidad para noquear a sus oponentes se convirtió en su sello distintivo, y sus peleas eran vistas como verdaderas exhibiciones de poder y estrategia.
Un hito importante en su carrera fue su defensa de títulos en Sudamérica, específicamente el 26 de marzo de 1974 en el Poliedro de Caracas, donde enfrentó a Ken Norton.
A pesar de la formidable reputación de Norton, Foreman demostró su superioridad, finalizando la pelea de manera contundente en un segundo asalto repleto de acción.
Sin embargo, el camino de Foreman no estuvo exento de dificultades. En 1974, fue derrotado por Muhammad Ali en un combate que hoy es considerado uno de los más significativos en la historia del boxeo, conocido como el "Rumble in the Jungle".
Esa pelea, que tuvo lugar en Zaire, puso fin a su invicto y su aura de invulnerabilidad. Tras aquella derrota, Foreman se sumió en un período de reflexión y, eventualmente, se alejó del boxeo para dedicarse a la religión.
Su regreso al ring en 1987 fue notable; logró recuperar el título de campeón mundial de peso pesado a la edad de 45 años, convirtiéndose en el boxeador más longevo en obtener dicho título.
Fue un gesto de perseverancia y determinación que lo mantuvo como una figura prominente en el mundo del deporte.
A lo largo de su vida, Foreman no solo dejó huella en el ring, sino también en el corazón de los aficionados al boxeo. Su historia fue documentada en varias producciones, consolidándolo como un ícono del deporte. Su legado vive no solo en los récords y estadísticas, sino en la inspiración que dejó a futuras generaciones de boxeadores y fanáticos.
El impacto de Foreman en el boxeo perdurará, y su contribución al deporte será recordada y celebrada durante años. Su reciente fallecimiento marca el fin de una era, pero su espíritu competitivo y su influencia seguirán presentes en la cultura del boxeo.