Claudio Úbeda, al frente de Boca Juniors para la primera mitad de 2026

Boca Juniors designa a Claudio Úbeda como entrenador para la primera mitad de 2026, sin anuncio oficial y con dudas sobre su proyecto y la planificación del equipo.

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Lo primero que conviene aclarar es que no hubo comunicado formal sobre la continuidad del cuerpo técnico.

Úbeda mantiene un contrato vigente hasta junio de 2026. La administración que encabeza Juan Román Riquelme actúa con esa cautela y suele dejar ver la noticia a último momento, alimentando el ida y vuelta con la prensa.

Aun así, la conversación cercana al tema dejó claro que en el entorno del club hubo momentos de análisis y hasta tentativas de apostar por otros nombres, como Eduardo Domínguez o Leandro Gracián, antes de confirmar de forma tácita la presencia del santafesino.

Úbeda cuenta con el respaldo de Riquelme y de Marcelo Delgado, el manager del plantel, y ya había contado con el visto bueno de Leandro Paredes, el capitán, quien en su momento lo comparó con figuras de la selección.

Sin embargo, el Sifón tendrá que moverse con cautela en el turbulento mundo de Boca para intentar construir el equipo que pretende. Su historial como técnico no es amplio en comparación con otros nombres de renombre y su identificación con Boca es mínima, algo que en una institución de tanta exigencia genera dudas entre la gente y los analistas.

Úbeda asumió el cargo tras el fallecimiento de Miguel Ángel Russo y, en ese tramo, logró hilvanar una racha de seis victorias consecutivas, entre las que se incluyó un 2-0 frente a River en la Bombonera y la clasificación a la Copa Libertadores.

Después pasó por Talleres y Argentinos Juniors en playoffs, pero el rendimiento cayó ante Racing y se encendieron las dudas sobre su verdadero perfil.

¿Es el estratega capaz de superar a rivales grandes con astucia o el técnico que, en un momento clave, dejó escapar una semifinal de local ante Racing? Esa será la gran prueba cuando tome las riendas a partir del 2 de enero.

Zeballos, conocido como el Changuito, fue uno de los jugadores más desequilibrantes ante Racing, aunque su irrupción generó debates entre el público y la dirigencia.

El propio Palacios, en una charla que trascendió en los medios, comentó que la actitud del equipo cambió gracias a la movilidad y el sacrificio que aportó el joven por la izquierda.

Con la llegada de Ander Herrera, que continuará un año más, y Edinson Cavani, cuyo contrato se extiende hasta diciembre, la base del equipo adquiere una experiencia valiosa para sostener la idea de juego que pretende imponer Úbeda.

Con estos mimbres, el entrenador ha mostrado preferencia por un esquema 4-4-2 alrededor de Leandro Paredes, manteniendo la idea de un doble punta donde Merentiel y Giménez daban la referencia en ataque.

Carlos Palacios, que ya ha dado pruebas de su polivalencia, podría incorporarse al mediocampo de contención y presión, según las variantes que vaya probando el cuerpo técnico.

Tomadas en la planificación previa a la pretemporada

Estas decisiones, tomadas en la planificación previa a la pretemporada, buscan ofrecerle al equipo una estructura reconocible y, a la vez, la flexibilidad suficiente para adaptarse a diferentes rivales.

Antes del debut programado frente a Deportivo Riestra el 25 de enero, Úbeda tendrá tiempo para afinar detalles, corregir rendimientos y afinar la idea que pretende sostener durante el primer tramo de la temporada.

El club sabe que no es un periodo de cambios fáciles y que cualquier desvío podría generar nuevos cuestionamientos entre la gente y la prensa. Por eso, la continuidad de la dirección técnica parece consolidada en el corto plazo, pero no está exenta de presión.

La dirigencia, consciente de la exigencia histórica de Boca y de la necesidad de resultados en la Copa Libertadores y en el #fútbol doméstico, no descarta mirar de cerca otros nombres si los resultados no acompañan a partir de abril.

El peso de la institución y la expectativa de los fanáticos obligan a un equilibrio entre un fútbol práctico y una ambición que persiste en cada temporada.

En definitiva, Boca se encamina hacia una etapa de transición con un técnico que, a pesar de su limited experiencia, deberá demostrar si puede convertir la confianza en resultados y, sobre todo, en una continuidad que permita al club encarar con solvencia los desafíos que se avecinan.