Juan Román Riquelme continúa sin poder obtener un título como presidente de Boca Juniors en sus primeros dos años en el cargo, tras varias eliminaciones en distintas competencias nacionales e internacionales.
Aunque en su rol de vicepresidente y en la gestión del fútbol, logró disfrutar de varias conquistas junto al club, su periodo al frente de la institución aún no ha logrado dejar un legado de gloria como máximo mandatario.
Durante estos dos años, Boca ha tenido altibajos deportivos, pero en general ha mostrado un rendimiento que quedó marcado por resultados desilusionantes.
La primera gran decepción fue la eliminación en las semifinales de la Copa de la Liga Profesional 2024, una competencia que atrajo muchas expectativas dada la calidad del plantel y la historia del club.
Tras ese tropiezo, el equipo bajó en nivel y fue eliminado en los octavos de final de la Copa Sudamericana 2024, dejando una sensación de frustración entre los hinchas y la dirigencia.
Poco tiempo después, en la misma temporada, Boca quedó fuera en semifinales de la Copa Argentina, otra instancia que se escapó en un contexto clave.
La campaña en la Liga Profesional de ese año fue discreta, culminando en la sexta posición, una clasificación que dejó gusto a poco en comparación con las máximas aspiraciones de la institución.
El 2025 no fue mejor para #Riquelme en su rol de presidente. En esa temporada, el club fue eliminado en la fase previa de la Copa Libertadores, la competencia más importante de clubes en Sudamérica, lo cual causó alarma entre los hinchas.
Además, en el Torneo de Primera División, Boca quedó fuera en los cuartos de final del Torneo Apertura y en la fase de grupos del Mundial de Clubes en Estados Unidos.
En el ámbito nacional, también sufrió eliminación en los 16avos de final de la Copa Argentina y, finalmente, en la semifinal del Torneo Clausura, donde Racing le ganó con un marcador de 1-0 en La Bombonera, otra dura pérdida en casa.
En una situación que aumenta la presión y la crítica hacia la gestión de Riquelme
Como si fuera poco, en varias de estas caídas, Boca perdió en su propio estadio, en una situación que aumenta la presión y la crítica hacia la gestión de Riquelme.
Históricamente, Riquelme tiene en su haber seis títulos como vicepresidente de Ameal, donde fue una figura clave en la obtención de campeonatos nacionales e internacionales.
Sin embargo, en su rol como máxima autoridad, aún no ha podido replicar ese éxito, siendo un aspecto a mejorar para su futura gestión.
Dentro del contexto del fútbol argentino, Boca es uno de los clubes con mayor historia y más seguidores, con una cantidad de títulos que supera ampliamente los 70 campeonatos oficiales, incluyendo múltiples Copas Libertadores y Series argentinas en sus vitrinas.
La presión para que Riquelme logre un título en su gestión crece día a día, y muchos esperan que en 2026 pueda revertir esta tendencia y dejar una marca positiva en la historia del club.
En definitiva, el período de Riquelme como presidente de Boca ha estado marcado por una serie de obstáculos y fracasos que ponen en tela de juicio su gestión.
