El entrenador de Boca Juniors, Miguel Ángel Russo, continúa hospitalizado debido a complicaciones de salud relacionadas con su historial oncológico, lo que genera incertidumbre sobre su presencia en el próximo encuentro del equipo en Florencio Varela.

La incertidumbre respecto a su participación en el próximo partido, programado para el sábado en Florencio Varela, crece cada día.
Russo, que dirigió por última vez el domingo pasado en el empate 2-2 contra Central Córdoba en La Bombonera, tuvo que abandonar la cancha con signos de fragilidad.
Al día siguiente, fue informado de que debía ser hospitalizado por un cuadro de deshidratación, recibiendo suero y recibiendo el alta posteriormente.
Sin embargo, el miércoles fue a realizarse estudios en un centro de salud, donde quedó en observación y posteriormente en internación. Lo que inicialmente fue una medida preventiva se convirtió en una necesidad, ya que el estado de #salud del técnico se mantiene delicado.
El historial de Russo con problemas de salud es conocido en el mundo del fútbol. En 2017, fue diagnosticado con cáncer de vejiga, que posteriormente se complicó con un tumor prostático. Esto le implicó varias cirugías y sesiones de quimioterapia, pero logró sobreponerse y continuar su carrera en el fútbol. En 2023, conquistó el título con Rosario Central antes de sumarse a Boca, y en fases previas de su carrera dirigió a equipos en Colombia y Argentina con éxito.
Durante su paso por Estados Unidos, Russo mostró plena energía, celebrando un gol con el Boca en Miami con la alegría de siempre, en una imagen que quedó grabada en la memoria de los aficionados.
Su regreso a la Argentina y las bajas temperaturas del invierno en Buenos Aires afectaron su salud
Sin embargo, su regreso a la Argentina y las bajas temperaturas del invierno en Buenos Aires afectaron su salud, dado su historial y su sistema inmunológico comprometido.
En el receso del torneo, ingresó en el sanatorio Fleni de Belgrano por cinco días debido a una infección urinaria y deshidratación, tras un partido en Mar del Plata donde se lo notó somnoliento en el banco.
Desde entonces, su salud ha sido condición constante de preocupación. La semana pasada, volvió a ser internado en observación y esta noche lleva un día más en el hospital sin que exista certeza sobre su pronta recuperación.
La dirigencia del club y los médicos que lo acompañan aún no confirman si podrá estar en el banco este sábado. En su ausencia, Miguel Ángel Ubeda y Juvenal Rodríguez tomarán las riendas del equipo, con el mismo once que enfrentó a Central Córdoba, solo variando en la incorporación de Alan Velasco en lugar del lesionado Carlos Palacios.
La situación también remite a su lucha personal contra el cáncer, que ha sido una batalla constante en su vida. Russo ha enfrentado varias rondas de tratamiento, pero la recaída o el agravamiento de su estado de salud genera incertidumbre no solo en Boca, sino en todo el fútbol argentino, que lo valora como un símbolo de resistencia y dedicación.
El club, sus allegados y los hinchas esperan que Russo recupere su salud pronto, pero la prioridad actualmente es que esté estable y con las atenciones médicas necesarias.