El director técnico de Boca Juniors, Fernando Gago, se encuentra bajo presión tras la decepcionante caída ante Tigre. La próxima cita ante Gimnasia será crucial para su gestión.
La reciente derrota de Boca Juniors frente a Tigre provocó una ola de descontento que ha puesto a Fernando Gago en el centro de la atención.
Aunque es su debut como entrenador, las expectativas son altas y la presión por los resultados se siente en el aire.
La caída por 3 a 0 ante Tigre ha dejado muchas preguntas sin respuesta a tan solo 24 horas de un importante encuentro por la Copa Argentina contra Gimnasia.
Durante la conferencia de prensa, Gago asumió parte de la responsabilidad, aunque es evidente que no puede cargar con todo el peso de una derrota que refleja problemas más profundos en el equipo.
La gran incógnita se centra en si mantendrá el mismo once que salió al campo ante Tigre o realizará cambios significativos en su estrategia.
Uno de los puntos más discutidos es la posibilidad de que Sergio Romero continúe como titular.
La relación entre Gago y Romero se remonta a sus días en la Selección Argentina, y aunque el director técnico ha afirmado que priorizará el rendimiento actual sobre los nombres, podría otorgarle una nueva oportunidad a Chiquito.
A pesar de que Leandro Brey ha mostrado un buen desempeño en sus últimas presentaciones, Gago podría optar por mantener a Romero, especialmente si se considera la posibilidad de una definición por penales en el próximo partido.
En cuanto a Marcos Rojo, la situación es similar, aunque el defensor ha tenido una controversia reciente con los hinchas después del Superclásico.
A pesar de las críticas, su cercanía con Gago puede jugar a su favor, dado que la confianza en el vestuario es crucial en un club con la presión de Boca.
Sin embargo, la proyección de Rojo en el campo es incierta, ya que debe demostrar su valía para acallar las voces en su contra.
Un factor que podría influir en la decisión de Gago es que Rojo es el único defensor central zurdo disponible.
Nicolás Valentini, quien ocupa esa posición, se encuentra fuera del equipo tras negarse a renovar su contrato y podría salir del club en diciembre.
Gago tiene a su disposición otros defensores diestros, como Cristian Lema y Gary Medel, pero el hecho de no contar con un zurdo adicional podría ser determinante.
Otra cuestión complicada es el futuro de Pol Fernández.
El rosarino entró en la segunda parte contra Tigre en lugar de Ignacio Miramón, quien no tuvo su mejor actuación.
La defensa del medio campo fue un aspecto donde Boca mostró debilidades notables, lo que ha llevado a Gago a considerar ajustes necesarios para mejorar el desempeño del equipo.
Si decide repetir la alineación que utilizó en el encuentro contra Tigre, es probable que deba hacer ajustes tácticos similares a los que implementó en el segundo tiempo, donde Zenón y Aguirre cambiaron de posiciones para tratar de aprovechar mejor el juego.
La estrategia y las elecciones de Gago serán analizadas con mucha atención, ya que los resultados son cruciales para dar inicio a su proyecto en Boca.
En un contexto donde la presión crece, Gago debe encontrar la forma de revertir una situación que ya ha llevado a la dirección del club a tomar decisiones drásticas, como la salida del anterior entrenador.
Con el objetivo de clasificar a la Copa Libertadores de 2025 en juego, cada punto se vuelve vital para el futuro inmediato de Boca.