El entrenador de Boca Juniors, Diego Martínez, enfrenta rumores de despido tras una victoria decisiva en la Copa Argentina, asegurando su continuidad en el club.
La imagen del final de la reciente victoria de Boca Juniors en la Copa Argentina es un reflejo del peso que siente Diego Martínez como director técnico.
Caído de rodillas, con las manos en la cabeza, parecía una súplica al cielo.
Pero en un instante, se levantó, moviendo los brazos con un gesto de triunfo y abrazando a un miembro de su staff.
"Me mareé", confesó después en la conferencia de prensa, dejando ver el estado emocional tras el partido.
Martínez se encontraba bajo presión, ya que en la previa se había especulado sobre su posible salida del club.
Sin embargo, Raúl Cascini, integrante del Consejo de Fútbol de Boca, se encargó de desmentir los rumores, aclarando que el trabajo del técnico no estaba en riesgo, al menos por el momento.
La incertidumbre en torno a su futuro se ha convertido en una constante en su carrera en el club, cuya historia está llena de técnicos que enfrentaron situaciones similares.
Desde la llegada de Martínez, ha tenido que lidiar con críticas constantes debido a los resultados.
Boca Juniors, uno de los clubes más importantes del fútbol argentino, tiene la exigencia de ganar cada vez que entra al campo.
Tras ser eliminados de la Copa Sudamericana en octavos de final y ocupando el cuarto puesto en la liga, a seis puntos del líder Vélez, la presión sobre Martínez ha aumentado.
En su charla concedida después del encuentro, el técnico se mostró firme y enérgico: "Ojalá este haya sido un partido bisagra.
Enfrentamos a un adversario formidable, con grandes futbolistas y un excelente entrenador".
La presión que siente Martínez no es solo por el club que dirige, sino por la historia misma de Boca Juniors, que exige victorias y títulos.
"Lo único que dije a los jugadores antes de la tanda de penales fue que merecimos ganar todas las finales que hemos jugado", indicó, recordando los muchos desafíos que han enfrentado en su corto tiempo al mando.
A pesar de los altibajos, Martínez conserva un contrato que se extiende hasta diciembre de 2025, lo que significa que aún tiene tiempo para presentar resultados que respalden su permanencia.
Sin embargo, es claro que estos dependerán de su capacidad para superar los obstáculos que se le presenten en las próximas semanas, incluyendo partidos cruciales ante rivales como Racing y River.
Cascini, en defensa de Martínez, subrayó: "Nosotros apoyamos a Diego.
Hoy no estaba en juego su puesto". Este respaldo podría ser crucial en momentos de turbulencia.
La victoria sobre Talleres, decidida por penales, fue un bálsamo temporal para un ambiente cargado de críticas.
Martínez también comentó sobre la espera de la recuperación de jugadores clave como Sergio Romero, Marcos Rojo y Edinson Cavani, quienes son esenciales para el equipo en estas etapas decisivas.
Con 48 horas de descanso programadas para los jugadores, el regreso a la rutina se espera con miras a encarar nuevos desafíos que definen su futuro inmediato y la temporada de Boca Juniors en general.