Los dos grandes del fútbol argentino viven un 2024 lleno de decepciones y tensionan el final de la Liga Profesional. La clasificación a la Copa Libertadores es el principal objetivo.

El 2024 ha sido un año difícil tanto para Boca Juniors como para River Plate, dos de los clubes más emblemáticos del fútbol argentino.

Con un calendario lleno de decepciones y pocos momentos de alegría, la última fecha de la Liga Profesional se presenta como una encrucijada crucial para ambos equipos, especialmente en lo que respecta a su futura participación en la Copa Libertadores.

River Plate ya ha asegurado su lugar en la Libertadores, aunque se enfrenta a la incertidumbre sobre si accederá directamente a la fase de grupos o si tendrá que atravesar las dos rondas de playoffs, comúnmente referidas erróneamente como "repechaje". Por otro lado, Boca Juniors, a pesar de la mejoría en su rendimiento desde la llegada de Fernando Gago, aún no ha asegurado su clasificación.

Los aficionados de Boca están expectantes ante las posibilidades de su equipo, ya que su futuro en la Libertadores depende de varios resultados que se pueden dar el fin de semana.

Para que Boca se clasifique, el equipo de Marcelo Gallardo necesitará ganar su encuentro contra Racing, programado para el sábado a las 21:15 horas, con opciones de ver el partido a través de TNT Sports.

Además, el resultado de la final también podría beneficiarlo.

Si Vélez o Talleres se proclaman campeones, Boca no tendrá que preocuparse por nada más, asegurando así su lugar entre los 32 clubes que participarán en la Libertadores, cuyo sorteo tendrá lugar en abril.

En contraste, si River consigue vencer a Racing y Huracán se convierte en campeón, serán Vélez o Talleres los que deban jugar la fase previa para la Libertadores.

Este juego de resultados ha creado una dinámica interesante en la que las decisiones de la última jornada pueden alterar significativamente las trayectorias de los clubes.

Los hinchas de Boca están a la espera de lo que suceda, dado que el desempeño de su equipo podría determinar su entrada a una competición tan prestigiosa como la Libertadores o condenarlos una vez más a competir en la Copa Sudamericana, un torneo considerado inferior en relación a la gloria que representa la Libertadores y la posibilidad de alcanzar la Séptima.

El término de este campeonato es crucial para Boca, que ha permanecido al margen de un título de liga desde hace más de medio siglo, a pesar de la rivalidad y los conflictos en el campeonato.

Por su parte, el equipo se despide de la temporada recibiendo a Independiente en La Bombonera.

Este enfrentamiento, a celebrarse a las 19:15 horas y transmitido por ESPN Premium, no ofrece nada en juego en términos de clasificación, ya que el Rojo ya aseguró su lugar en la Copa Sudamericana.

Mientras tanto, la hinchada estará dividida en sus preferencias; algunos quieren que River acceda directamente a los grupos de la Libertadores, mientras que otros preferirían ver a su eterno rival en la fase previa, sin la posibilidad de cruzarse de nuevo.

Con recuerdos de finales épicas y rivalidades encarnizadas, el fútbol argentino siempre encuentra la manera de generar drama y emoción.

A medida que el estadio ruge y los equipos se preparan para sus respectivos encuentros, queda claro que en el fútbol, como en la vida, el destino y las circunstancias juegan un papel protagonista.

En un año signado por las dificultades, la desgracia ajena podría al fin convertirse en motivo de alegría para los seguidores de alguno de estos históricos clubes.