El club argentino enfrenta un momento crítico tras una serie de actuaciones deficientes en la Liga Profesional y se prepara para un crucial choque en Copa Sudamericana.
Boca Juniors sigue experimentando un periodo complicado en el ciclo del director técnico Diego Martínez, que comenzó a mediados de enero.
En 36 partidos dirigidos, los resultados se pueden resumir en una sola palabra: "irregular". Esta es la opinión que resuena en el entorno del club, especialmente en el complejo de Ezeiza, donde se discuten los destinos del equipo.
Los últimos dos encuentros de la Liga Profesional han dejado mucho que desear.
Boca se ha conformado con empates 1 a 1, primero en casa ante Barracas Central y luego en Mendoza contra Independiente Rivadavia.
Estas actuaciones han intensificado las críticas de los aficionados en redes sociales, un aspecto que no pasa desapercibido para Juan Román Riquelme, quien no es conocido por su paciencia como directivo.
Desde que asumió el control del área deportiva en diciembre de 2019, Boca ha cambiado de entrenador en cinco ocasiones: Miguel Ángel Russo, Sebastián Battaglia, Hugo Ibarra, Jorge Almirón y, actualmente, Diego Martínez.
La historia reciente habla de un cambio de técnico casi anual, lo que revela la inestabilidad del club.
El próximo enfrentamiento, que será crucial en la Copa Sudamericana contra el club brasileño Cruzeiro, es visto como un punto de inflexión.
Si Boca no logra avanzar a los cuartos de final, sería considerado un fracaso rotundo para Martínez.
Aunque el club también tiene un compromiso en la Copa Argentina, donde ya está clasificado a octavos de final ante Talleres, el foco inmediato está en el partido contra Cruzeiro, el cual se disputará este jueves en la emblemática Bombonera.
El entrenador Martínez se enfrenta a la difícil tarea de alinear su defensa, ya que espera recuperar a dos jugadores clave: Marcos Rojo y Cristian Lema.
Boca Juniors empata contra Nacional de Potosí en la Copa Sudamericana
Boca Juniors y Nacional de Potosí empataron sin goles en un partido en el que el equipo argentino no logró aprovechar un penal. A pesar del dominio de Boca, la falta de contundencia dejó escapar la oportunidad de comenzar la Copa Sudamericana con una victoria.No obstante, la situación no es favorable.
El capitán, Rojo, dejó el partido contra Banfield debido a una lesión muscular que, aunque Martínez calificó como una sobrecarga, resultó ser un desgarro en el gemelo izquierdo.
Desde su llegada al equipo, Rojo ha sufrido un total de 18 lesiones, incluida una grave rotura de ligamentos que lo mantuvo inactivo casi un año.
Desde que Martínez tomó las riendas, Rojo solo ha disputado 15 partidos.
A su vez, Lema también está lidiando con problemas físicos y no completó el entrenamiento del lunes.
Agregando al malestar de la plantilla, Aaron Anselmino, quien se recupera de un desgarro, fue fichado por el Chelsea y queda descartado para el cruce de octavos.
En caso de que Rojo y Lema no estén listos, el técnico podría optar por Gary Medel y Nicolás Figal como pareja de centrales en la defensa.
El posible once para el partido del jueves incluye a Sergio Romero en el arco; Luis Advíncula, Lema o Medel, Rojo o Figal y Lautaro Blanco en defensa; Tomás Belmonte o Brian Aguirre, Pol Fernández, Cristian Medina, Kevin Zenón en el medio campo y atacando están Miguel Merentiel y Edinson Cavani.
A medida que se toman decisiones, el club también ha optado por ceder a préstamo a dos jugadores que no figuraban en los planes de Martínez.
Vicente Taborda vuelve a Platense, donde tuvo una destacada actuación anteriormente, mientras Norberto Briasco también ha acordado su préstamo con Gimnasia.
Por otro lado, Ignacio Miramón, el sexto refuerzo que aún no ha debutado, se encuentra gestionando los últimos trámites para formalizar su vinculación al equipo, tras la salida de Equi Fernández hacia Arabia Saudita.