El club de La Boca encara una etapa de transición tras el despido de Gago, sin declaraciones oficiales y con una estrategia que apunta a definir rápidamente al nuevo entrenador en un contexto de calma relativa.

La franquicia de Boca Juniors se encuentra en un momento de cambio y especulación tras la abrupta salida de Fernando Gago, quien había asumido como entrenador del equipo principal en un proceso que parecía consolidarse.
A diferencia de episodios anteriores en los que el club realizó anuncios oficiales y confrontaciones públicas, en esta ocasión la decisión se tomó con discreción, limitándose a gestos y mínimas apariciones públicas.
El pasado miércoles por la tarde, en las instalaciones del predio de Ezeiza, Juan Román Riquelme, vicepresidente y pieza clave en la conducción del club, fue visto en una cabina con vista a la cancha principal durante un partido de la reserva.
Lo acompañaban varios integrantes del Consejo de Fútbol, el coordinador de divisiones inferiores Blas Giunta, así como entrenadores de las categorías juveniles y Mariano Herrón, quien actúa como técnico interino del primer equipo.
La presencia de Riquelme en ese escenario, habitual en ocasiones de partidos del equipo de reserva, adquirió un matiz diferente tras la salida de Gago, siendo la primera vez que se lo observaba en ese contexto en ese momento.
Mientras el club continúa deliberando sobre quién reemplazará a Gago, la opción de que Mariano Herrón lidere al equipo en los próximos partidos de los playoffs del Torneo Apertura parece ganar fuerza.
La idea de traer de vuelta a un técnico con pasado tricolor como Carlos Bianchi quedó momentáneamente en suspenso y el foco se desplaza ahora hacia la planificación para el Mundial de Clubes, que tiene prioridad en la agenda oficial.
La situación aún no se ha definido completamente, pero en el entorno del club se respira una tendencia a mantener la calma y evitar precipitaciones que puedan cometer errores.
Boca Juniors empata contra Nacional de Potosí en la Copa Sudamericana
Boca Juniors y Nacional de Potosí empataron sin goles en un partido en el que el equipo argentino no logró aprovechar un penal. A pesar del dominio de Boca, la falta de contundencia dejó escapar la oportunidad de comenzar la Copa Sudamericana con una victoria.La decisión de quién será el nuevo director técnico será crucial, ya que repercutirá no solo en el presente del equipo, sino también en la gestión futura del club.
Dentro del Consejo, se mantiene la unidad en la búsqueda de un consenso, y se sostienen las negociaciones abiertas con los nombres que lideran la lista: Gabriel Milito, quien rápidamente emergió como opción después de la salida de Gago, y Gustavo Quinteros, cuyo nombre está en la lista de espera y cuya decisión se posterga, a la expectativa de que Boca inicie negociaciones formales.
A pesar de que todo indica que Herrón continuará al frente del primer equipo durante los partidos decisivos del torneo, no se descarta la llegada de un técnico de renombre si surge la oportunidad.
La expectativa en Boca es que en las próximas semanas se concrete la decisión para afrontar con la mayor claridad posible los retos inmediatos, entre ellos, avanzar en los playoffs y preparar el equipo para los acontecimientos internacionales por venir.
Este proceso refleja también la historia reciente del club, que en el pasado ha recurrido a nombres como Bianchi, Basile, o Alfio Basile, en momentos de crisis o transición.
La elección del nuevo entrenador será, sin duda, un momento decisivo que puede definir el rumbo a corto y mediano plazo. Por ahora, en Boca se prioriza la estabilidad y el análisis profundo antes de tomar una decisión que podría marcar una nueva etapa para una de las instituciones más grandes del fútbol sudamericano.