En un partido repleto de emociones, Boca Juniors rescató un punto en Mendoza contra Independiente Rivadavia, pero su rendimiento dejó muchas dudas.

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Boca Juniors se quedó con un empate 1-1 en su visita a Mendoza frente a Independiente Rivadavia, en un encuentro que dejó un sabor agridulce para los xeneizes.

A pesar de lograr igualar en los últimos minutos, el rendimiento del equipo estuvo por debajo de lo esperado, reflejando una vez más las dificultades que enfrenta cada vez que juega fuera de La Bombonera.

En este momento, Boca se encuentra en la mitad de la tabla de la Liga Profesional, con un balance preocupante de cuatro victorias, siete empates y seis derrotas en 17 partidos como visitante.

El partido tuvo momentos de buen juego, especialmente en el primer tiempo, donde algunas individualidades se destacaron.

Sin embargo, el equipo sufrió de falta de consistencia y, aunque hubo destellos de buen fútbol, no lograron concretar esas oportunidades en el marcador.

El encuentro arrancó de manera complicada para Boca, que también venía de un empate en casa ante Barracas Central, lo que complicaba aún más su estado anímico.

Las incorporaciones de Kevin Zenón y Cristian Medina, quienes recién llegaban de la selección sub-23 tras participar en los Juegos Olímpicos, no lograron generar un impacto significativo en el rendimiento colectivo del equipo.

Aunque Boca mostró una mejoría en el juego tras un penal fallido de Sebastián Villa, quien estuvo muy cerca de marcar, el equipo se mostró errático y las defensas rivadavienses supieron contener los embates finales.

El primer tiempo estuvo marcado por una falta de efectividad.

Tras un penal que podría haber cambiado la historia del encuentro a favor de Boca, Villa falló su disparo, que fue atajado por el arquero Sergio Romero.


Esta situación pareció encender un poco el juego del equipo, que comenzó a generar más jugadas de ataque.

A pesar de ello, las llegadas no terminaban en gol, dejando al equipo mendocino tomar oxígeno en momentos decisivos.

Las ocasiones se sucedieron, pero la definición faltó en los momentos clave.

Una de las jugadas más destacadas fue el tiro de media distancia de Edinson Cavani, que nuevamente fue bien contenido por Centurión, el arquero rival.

Sin embargo, en el complemento, Boca empezó a empujar más y se arriesgó, buscando el gol del triunfo con la inclusión de más delanteros en el área rival.

Independiente Rivadavia, por su parte, también tuvo sus ocasiones.

A pesar de haber dominado en algunas facetas del partido, no supo aprovechar las oportunidades claras que se le presentaron.

El gol del equipo local llegó tras un tiro de esquina que fue bien ejecutado, marcando un 1-0 en el que el equipo mendocino aprovechó una falla en la defensa de Boca.

Finalmente, el planteamiento de Boca comenzó a dar sus frutos y, tras buscar con insistencia, los xeneizes lograron el empate en los últimos minutos.

Merentiel asistió a Medina, quien empató el partido y selló un 1-1 en el resultado final.

Aunque se salvó de una derrota, Boca sigue sin encontrar el rumbo en la Liga Profesional y necesita mejorar drásticamente si quiere avanzar en la Copa Sudamericana, donde se enfrentará al potente Cruzeiro.

Con estos altibajos, el equipo deberá encontrar la estabilidad necesaria para competiciones tan exigentes.