En un partido disputado en La Bombonera, Boca e Independiente firman un empate que mantenía a ambos equipos en la expectativa por el futuro.

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La expectativa era alta, pues la afición local contaba con la esperanza de que su equipo pudiera conseguir la victoria en este último encuentro, que además significaba la despedida del entrenador Fernando Gago, quien no logró imprimir su estilo a lo largo del campeonato, sumando más críticas que elogios.

En un ambiente marcado por la incertidumbre, el partido mostró escasas oportunidades de gol y la falta de creatividad en los últimos metros por parte de ambos equipos.

Boca comenzó el encuentro tratando de aprovechar el flanco izquierdo, donde Exequiel Zeballos y Marcelo Saracchi intentaron desbordar por la banda, pero se encontraron con la efectiva defensa de Federico Vera, quien logró neutralizar sus intentos.

La falta de puntería fue un tema recurrente, ya que los centros que lanzaron desde las bandas eran incapaces de encontrar a un rematador en el área.

El equipo de Gago buscó desestabilizar a su rival a través de contragolpes. Sin embargo, a menudo se dedicaron a cometer faltas, tratando de interrumpir el ritmo de juego del Rojo. A pesar de estos esfuerzos, #Independiente demostró tener mayor control en el mediocampo, aunque a menudo sus acciones no culminaban en oportunidades claras, adoleciendo de precisión en el último toque.

Marcos Rojo estuvo a centímetros de conceder un gol a Independiente

Durante la segunda mitad, la situación se volvió más intensa. En una jugada clave, Marcos Rojo estuvo a centímetros de conceder un gol a Independiente, al ser intervenido en el último momento tras un error del arquero Leandro Brey.

En la siguiente jugada, Boca casi consigue el tanto a través de Zeballos, cuya definición fue abortada por una buena recuperación de Vera. Entrando al último tramo del partido, ambos equipos seguían buscando un gol, pero la falta de ideas y errores individuales prevalecieron.

Incluso con la tranquilidad de que Independiente ya aseguraba su clasificación a la próxima Copa Sudamericana, el choque parecía no tener más que ofrecer.

Ni Boca ni Independiente arriesgaron demasiado en busca de una victoria, lo cual llevó a un espectáculo más cauteloso. En varias ocasiones, la defensa de Boca mostró vulnerabilidades, pero el equipo rival tampoco logró capitalizarlas, quedando en la memoria de los espectadores más fallos que aciertos.