El entrenador de Boca Juniors, Miguel Ángel Russo, realiza ajustes en su equipo ante una etapa complicada en la temporada, incluyendo la relegación de Edinson Cavani y cambios tácticos para buscar mejores resultados.

Con 69 años, Russo entiende a la perfección los momentos críticos y las fases en las que un equipo necesita adaptarse y realizar cambios significativos para revertir la situación.
La institución xyene atraviesa una profunda crisis deportiva, evidenciada por resultados adversos en las últimas semanas, incluyendo derrotas contundentes contra Atlético Tucumán y Huracán.
En conferencias de prensa recientes, Russo ha comenzado a mostrar señales claras de que es momento de hacer ajustes profundos. “Yo asumo toda la responsabilidad, debemos encontrar la mejor manera de salir adelante, mejorar y seguir trabajando con intensidad”, declaró en la sala de prensa del estadio Tomás Adolfo Ducó.
Además, agregó: “Es momento de cambiar algunas cosas”. Estos comentarios anticiparon movimientos importantes en la alineación del equipo.
Uno de los cambios más relevantes fue en la forma en que Russo ha decidido disponer a Edinson Cavani
Uno de los cambios más relevantes fue en la forma en que Russo ha decidido disponer a Edinson Cavani, el experimentado delantero uruguayo que llegado hace unos meses a Boca, no será el titular en el próximo partido contra Racing en La Bombonera, programado para el sábado 9 de marzo.
Aunque en los primeros entrenamientos se contempló que Cavani fuera un elemento clave, la realidad futbolística y los bajos rendimientos del ex Paris Saint-Germain han llevado a que Russo lo reserve en la banca.
Por otro lado, el entrenador optó por mantener en el once inicial a Miguel Merentiel, quien ha demostrado ser el goleador más efectivo en el equipo en lo que va de 2025.
En los encuentros del semestre, Merentiel ha marcado 7 de los 8 goles que el equipo ha anotado en partidos oficiales, en su mayoría sin Cavani en el campo.
Solo en el encuentro contra Estudiantes, donde jugaron juntos, lograron un gol en esa ocasión.
Este cambio táctico parece responder también a la necesidad de potenciar el rendimiento del equipo en ataque, ya que Russo está considerando cambiar el esquema habitual de juego.
En sus primeros partidos, Boca jugó con un 4-2-3-1, pero ahora podría implementar un 4-4-2, un sistema más directo y menos demandante en la presión, adecuado para partidos decisivos.
La posible salida del esquema 4-2-3-1 se relaciona con buscar mayor solidez defensiva y mayor presencia en ofensiva con dos delanteros.
Un dato a tener en cuenta es que Russo también planea fortalecer las opciones en el mediocampo. En las prácticas, reaparecieron Kevin Zenón y Brian Aguirre como volantes por las bandas, con la intención de brindar mayor soporte a Merentiel y Milton Giménez, quien se posicionará como segundo delantero en la formación.
Además, Milton Delgado tendrá su oportunidad en la alineación, jugando como volante central junto a Leandro Paredes.
En la defensa, Russo evaluó distintas alternativas para el lateral derecho, y ahora apostaría por Juan Barinaga, quien tuvo una buena actuación en el partido de Copa Argentina ante Atlético Tucumán.
Luis Advíncula y Frank Fabra, habituales en esa posición, se entrenaron con menos continuidad, ya que actualmente se recuperan de lesiones o padecen molestias.
En la portería, Agustín Marchesín no estuvo presente en los entrenamientos recientes debido a una sobrecarga muscular y fue reemplazado por Leandro Brey, quien ha respondido bien en las últimas apariciones.
Por último, en el aspecto institucional, circulan rumores sobre posibles salidas si las cosas empeoran, incluso la de Russo, quien ha señalado que en caso de una derrota severa ante el equipo de Gustavo Costas, podría reconsiderar su continuidad.