La eliminación de Boca Juniors en la Copa Sudamericana y las derrotas en la Liga Profesional han marcado un periodo de transformación en el club, afectando a varios jugadores clave.

La reciente eliminación de Boca Juniors de la Copa Sudamericana, junto con sucesivas derrotas en la Liga Profesional, incluyendo un mal paso contra Racing y el Superclásico frente a River Plate, han llevado al club a una situación crítica.

Este escenario se ha visto exacerbado por la renuncia de Diego Martínez antes de que la dirigencia, liderada por Juan Román Riquelme, le solicitara su salida.

Muchos consideran que varios jugadores han llegado al final de su ciclo en el club.

A pesar de que Boca permanece en la Copa Argentina, la posibilidad de acceder a la Copa Libertadores 2025 aún está abierta, aunque esta vía se complica con un déficit de seis puntos frente a River en la tabla general.

En este contexto, el Consejo de Fútbol ha decidido que dos de sus figuras, Sergio Romero y Pol Fernández, difícilmente volverán a portar la camiseta azul y oro.

Asimismo, el capitán Marcos Rojo también podría sumarse a esta lista de futbolistas que ya no cuentan para el equipo.

Históricamente, Boca Juniors ha sido un club de grandes victorias y potentes llegadas a finales en torneos internacionales.

La llegada de Edinson Cavani en 2023 parecía ser un revulsivo, sin embargo, su rendimiento ha sido cuestionado desde la reciente lesión que lo ha mantenido ausente durante varias semanas.

En particular, el caso de Sergio Romero es emblemático.

Inicialmente, fue un pilar fundamental que ayudó a Boca a alcanzar la final de la Copa Libertadores en el Maracaná, donde su desempeño fue clave en la definición por penales.

Sin embargo, las tornas cambiaron a partir de su error durante el partido contra Racing, que culminó en un gol en contra y una victoria adversa para el equipo.

Este fallo fue solo el inicio de un cúmulo de errores que incluyeron su intervención en el Superclásico contra River, donde acabaría teniendo una reacción poco profesional al enfrentar a los propios hinchas que lo criticaban.

Una encuesta realizada por Clarín reveló que el 55% de los aficionados consideran que Romero ha concluido su etapa en el equipo, tras haber sido un héroe para la hinchada.

Aunque él mismo se disculpó públicamente, esos arrepentimientos no parecen ser suficientes para reparar el vínculo con los aficionados, quienes han expresado su descontento de manera contundente.

A raíz de las polémicas y el rendimiento deficiente de varios de sus jugadores, el club se enfrenta a una encrucijada.

Las decisiones tomadas por la comisión deportiva presagian una reestructuración importante en el plantel, que podría incluir la salida de figuras clave y el ingreso de nuevos talentos que revitalicen al equipo.

Este no es un fenómeno aislado, sino parte de un ciclo que inicia cada cierto tiempo en el fútbol, donde la evaluación constante del rendimiento de los jugadores se vuelve crucial para mantener la competitividad.

La situación de Boca Juniors sirve como recordatorio del dinámico y a menudo implacable mundo del fútbol, donde los ídolos también pueden caer y ser cuestionados.

Restará ver cómo el club decidirá actuar en los próximos compromisos y si lograrán encontrar la forma de recuperar la confianza de su afición y competir al más alto nivel.