El joven basquetbolista Emiliano Lezcano sorprendió a todos con un tiro de larga distancia en los últimos segundos del partido entre Ferro y Boca, logrando la clasificación de su equipo a las semifinales de la Liga Nacional, en un evento que quedará en la historia del básquet argentino.

En ese instante crucial, Emiliano #Lezcano recibió el balón y lanzó un triple imposible que terminó siendo decisivo para su equipo. La pelota recorrió casi 28 metros en el aire y tomó una trayectoria perfecta hasta atravesar el aro, dejando a todos los asistentes boquiabiertos. El público presente en Caballito no pudo contener su alegría y explotó en euforia ante la jugada que pasará a la historia del baloncesto local.
Lezcano, un joven tucumano de 24 años, no podía creer lo que acababa de pasar. Tras el triple, se quedó inmóvil, con las manos en la cabeza y la mirada perdida en la cancha, en un estado de alivio y sorpresa a la vez. La jugada fue clave para que #Ferro ganara por 76-73 y tomara una ventaja de 2-1 en la serie al mejor de cinco partidos, acercándolo peligrosamente a la clasificación para las semifinales.
El próximo encuentro se jugará este viernes en el Estadio Héctor Etchart, en un duelo que promete ser de alto voltaje.
Desde pequeño, Emiliano mostró un gran talento para el básquetball. Originario de Tafí Viejo, una ciudad en la provincia de Tucumán, se crió rodeado de la pasión por el deporte y la competencia. Comenzó a jugar a los cinco años en su club local y, con el tiempo, forjó una carrera que lo llevó a jugar en distintos lugares del país y, ahora, en la Liga Nacional.
La historia de Emiliano refleja la dedicación y el esfuerzo de muchos jóvenes argentinos que sueñan con destacar en el deporte amateur y profesional.
Sus padres, personas muy trabajadoras, hicieron todo lo posible para apoyarlo en su crecimiento. Su madre administra una librería y su padre trabaja en una imprenta, ambos realizando sacrificios para que Emiliano y sus hermanos pudieran tener acceso a la educación y al deporte.
“Mis viejos se jugaron todo por que pudiéramos estudiar y jugar”, confiesa Emiliano, quien agradece el apoyo familiar en cada paso de su carrera.
Su pasión por el básquetbol lo ayudó a madurar rápidamente
A los 17 años, dejó su Tafí viejo natal para buscar mejores oportunidades en Córdoba, en Ameghino de Villa María. La adaptación fue difícil, ya que extrañaba mucho a su familia y convivir con la soledad fue un desafío importante. Sin embargo, su pasión por el básquetbol lo ayudó a madurar rápidamente. Luego, su talento lo llevó a vestir los colores de Ferro en Caballito, donde rápidamente se adaptó y se convirtió en una pieza clave en el equipo.
En su paso por Ferro, ha tenido la oportunidad de jugar en la #Liga Nacional y en la Liga Argentina. El año pasado, en plena temporada 2022-2023, tuvo la experiencia de jugar en Venezuela, cuando el club le brindó la posibilidad de explorar nuevos horizontes en el baloncesto internacional.
La experiencia en Maracay, en medio de un contexto político y social especial en Venezuela, le significó una valiosa vivencia cultural y deportiva. Allí, se enfrentó a un entorno diferente, con un idioma y costumbres distintas, que enriquecieron su carácter y su forma de entender la vida.
Aunque su estilo de juego es agresivo y dinámico, Emiliano se define como un jugador entregado a su equipo. “Juego hasta que no me quede una gota de sudor”, afirma con convicción, y explica que su mayor motivación es dejar todo en la cancha para que la afición y sus compañeros se sientan orgullosos.
Influenciado por grandes referentes argentinos e internacionales, como Manu Ginóbili, Facundo Campazzo y Nicolás Laprovíttola, Emiliano busca seguir perfeccionándose cada día con el objetivo de jugar en Europa, específicamente en la liga ACB de España.
Para él, ese sería el paso final en su carrera, un sueño que proyecta con pasos firmes. Mientras tanto, continúa estudiando en la Universidad Siglo 21, donde cursa la carrera de Inteligencia Artificial, y disfruta jugar videojuegos como Fortnite en su tiempo libre.