El automovilismo argentino se encuentra de luto tras la trágica muerte de José Agustín Larroudé, un destacado piloto de tan solo 20 años.

Larroudé, quien era un nombre prometedor dentro de la categoría APAC, la más alta del automovilismo zonal, perdió la vida en un accidente vial ocurrido en la ruta provincial número 30, a aproximadamente 25 kilómetros de Rauch, su ciudad natal.

La cuenta oficial de la APAC se despidió de él a través de sus redes sociales, publicando un video lleno de emotivas imágenes que retratan los momentos más destacados de su carrera.

En dicha publicación, se leyeron palabras conmovedoras: "Te vamos a extrañar Pepito", reflejando el impacto que su partida ha tenido en el círculo automovilístico y en su comunidad.

El joven piloto había cosechado éxitos recientes, incluyendo una victoria impresionante en la llamada "Carrera del Millón", que tuvo lugar en el Autódromo La Cascada de la Villa Don Bosco, en Tandil.

En esa carrera, logró marcar tiempos sobresalientes al volante de un Chevrolet 400 perteneciente al equipo Messa Sport y se llevó un premio de un millón de pesos argentinos, equivalente a unos 4.000 euros.

Larroudé venía de un fin de semana de celebración y expectativas, pero el destino trajo consigo una fatalidad que cambió el rumbo de la historia.

Según los reportes, el vehículo en el que viajaba despistó, provocando su muerte de manera instantánea.

A su lado viajaba un acompañante, también de 20 años, identificado como Tobías Torresi, quien fue asistido por los servicios de emergencia y trasladado de urgencia a un hospital municipal.

Silvana Elisio, doctora del Sistema de Salud que atendió a Torresi, indicó que el joven ingresó hacia las 7:30 horas, tras sufrir el accidente, y aunque estaba lúcido y estable hemodinámicamente, presentaba heridas en el rostro, cuello y un leve neumotórax.

El incidente ha despertado la reflexión sobre la seguridad vial en el país, especialmente entre los jóvenes que suelen participar en competiciones automovilísticas.

Este tipo de tragedias no son nuevas en el automovilismo argentino, que ha visto perder a varios talentos a lo largo de los años.

Larroudé era hijo de un ex piloto que compitió en Turismo Carretera a principios del siglo XXI, lo que hacía aún más significativa su historia familiar y su carrera en el automovilismo.

Su pasión por las carreras se había visto reflejada en su corta pero intensa trayectoria, donde prometía ser una de las estrellas del futuro.

La comunidad del automovilismo y los aficionados están profundamente conmovidos y ante este desenlace, muchos han expresado sus condolencias en redes sociales y en las diversas plataformas dedicadas a este deporte.

La figura de Larroudé quedará marcada en la historia del automovilismo zonal argentino, un recordatorio de los altibajos y los riesgos que implica esta emocionante pero peligrosa pasión.