La velocista estadounidense Melissa Jefferson-Wooden se convirtió en la gran protagonista del Mundial de Tokio al establecer un récord del campeonato en los 100 metros y coronarse como campeona mundial, en una carrera que marcó historia en el atletismo.

Con una actuación que quedará grabada en los anales de la disciplina, Jefferson-Wooden logró un tiempo de 10,61 segundos, estableciendo un nuevo #récord del campeonato y la cuarta mejor marca en la historia de la prueba.
La joven de 24 años, originaria de Georgetown, Carolina del Sur, sorprendió a todos al volar sobre la pista del Estadio Olímpico en Japón. Su carrera fue tan rápida y dominante que dejó en evidencia el proceso de crecimiento y superación que ha caracterizado su trayectoria. Antes de alcanzar la élite mundial, Jefferson-Wooden enfrentó obstáculos y desafíos que la llevaron a comenzar su carrera en una universidad menos conocida, la Coastal Carolina University, alejada de los centros tradicionales del #atletismo en Estados Unidos.
Sin embargo, esa adversidad le sirvió para fortalecer su carácter y aprender a responder con resiliencia en cada competencia.
Jefferson-Wooden ha ido consolidando su posición en la élite del atletismo mundial
Desde sus primeros triunfos relevantes en relevos 4x100 en los Mundiales de Eugene en 2022 y Budapest en 2023, Jefferson-Wooden ha ido consolidando su posición en la élite del atletismo mundial.
Aunque en 2024 sufrió una lesión que afectó su temporada, supo darle vuelta a la situación y, en los Juegos Olímpicos de París, volvió a triunfar en el relevo 4x100 y consiguió un bronce en los 100 metros, una medalla que para ella fue casi como un oro debido a la recuperación y esfuerzo necesarios para volver a competir.
Este 2025 marcó su verdadero despegue, consolidándose como la velocista más rápida del mundo. Antes del Mundial, Jefferson-Wooden había establecido la mejor marca de la temporada con 10,65 segundos, tiempo que mejoró en la final mundialista, anotándose el récord del campeonato y dejando latente la posibilidad de acercarse al récord mundial, que desde 1988 ostenta Florence Griffith-Joyner con 10,49 segundos.