A pesar de la victoria en la Copa del Rey, el Atlético de Madrid enfrenta un fuerte recrudecimiento de las críticas tras su actuación decepcionante contra el humilde Unió Esportiva Vic.

El Atlético de Madrid se enfrentó al modesto Unió Esportiva Vic, un club que compite en la Liga Élite catalana, la sexta categoría del fútbol español, en la primera ronda de la Copa del Rey.

Aunque el partido se había anticipado como una formalidad para el equipo dirigido por Diego Simeone, la realidad fue muy diferente.

A medida que el tiempo avanzaba, el marcador se mantenía sin cambios, lo que generaba esperanzas en el Vic de dar la campanada.

La tensión aumentó hasta que Julián Álvarez, delantero argentino, irrumpió en el encuentro con un doblete en los últimos minutos, estableciendo el 2-0 final que sellaba la clasificación de los colchoneros.

Sin embargo, la actuación del Atlético de Madrid fue calificada de “80 minutos de infamia” por varios medios de comunicación en España.

A pesar de la victoria, el rendimiento del equipo fue de lo más criticado, ante un rival modesto que jamás antes había llegado tan lejos en la Copa del Rey.

El partido no solo dejó una sensación de alivio, sino también de vergüenza.

Las críticas se intensificaron debido a que el conjunto rojiblanco no demostraba una actitud de respeto hacia el insignificante adversario.

"En Champions contra un rival formidable o en Copa contra un equipo de sexta división, no hay manera de que los jugadores que llevan ese escudo lo honren", escribió el diario Marca, reflejando una opinión generalizada en el ámbito futbolístico.

Julián Álvarez, quien salió al rescate en un momento crítico, logró marcar el primer gol de manera controvertida a través de un penalti dudoso, que se produjo tras un falta que concitó muchas dudas.

A pesar de estas circunstancias, su intervención resultó crucial para evitar que el partido se convirtiera en un verdadero bochorno para el Atlético.

El Atlético de Madrid venía arrastrando un mal momento en sus presentaciones, con solo tres puntos en la fase de grupos de la Champions League y habiendo sufrido derrotas recientes en la liga española, como la caída en casa ante el Lille y otra derrota frente al Real Betis.

Se esperaba que este partido sirviera como un bálsamo para recaudar confianza y mejorar su imagen, pero el resultado detonó aún más interrogantes.

A medida que la afición colchonera se recupera del susto del partido, el equipo se prepara para enfrentarse a la Unión Deportiva Las Palmas en LaLiga, donde la presión es alta.

El objetivo es no perder de vista al FC Barcelona en la tabla y asegurar una posición en la próxima Champions League.

Después, el equipo visitará al París Saint Germain en un encuentro correspondiente a la competición continental.

La situación del Atlético es crítica y los fanáticos esperan que sus jugadores hagan honor al escudo que representan y tengan un rendimiento acorde a las expectativas.

Sin duda, la próxima semana será fundamental para la recuperación del equipo y su moral de cara a los desafíos venideros.