La campeona del mundo en Qatar 2022 y bicampeona de América ha tenido un activo movimiento en el mercado de fichajes, destacando varias transferencias significativas.

La Selección Argentina, tras llevarse la Copa del Mundo en Qatar 2022 y consecutivas victorias en la Copa América en Brasil 2021 y Estados Unidos 2024, no solo se ha hecho notar en el terreno de juego, sino que también ha dejado una huella importante en el mercado de fichajes.

Aunque la mayoría de las estrellas del equipo dirigido por Lionel Scaloni no han cambiado de equipo durante esta ventana de transferencias europeas, las operaciones realizadas han alcanzado un total superior a 150 millones de euros.

De los 26 jugadores que formaron parte de la última convocatoria del entrenador oriundo de Pujato, durante la cual su selección venció a Colombia en la final de la Copa América en Miami, nueve futbolistas modificaron su club mientras la ventana del mercado estuvo abierta.

La transacción más destacada fue la de Julián Álvarez, quien dejó el Manchester City para unirse al Atlético de Madrid.

El traspaso se cifra en 75 millones de euros, además de una posible suma adicional de 20 millones en bonus por rendimiento.

Álvarez, quien buscaba más minutos de juego, se unió a un plantel que cuenta con otros compatriotas campeones del mundo como Rodrigo De Paul, Nahuel Molina y Ángel Correa.

También se unieron al club español Juan Musso, que fue cedido a préstamo desde Atalanta por 1,5 millones de euros, con una obligación de compra de 7 millones si se cumplen ciertas condiciones.

En segundo lugar en la lista de traspasos más costosos está Nicolás González, quien se cambió de equipo al pasar de Fiorentina a Juventus por 38 millones de euros, sumando variables al acuerdo.

Este movimiento representa un gran avance en la carrera de uno de los favoritos de Scaloni.

Giovani Lo Celso, por su parte, logró presionar al Tottenham para que aceptaran su traspaso por 6 millones de euros, cantidad que el Betis estaba en condiciones de manejar.

Al mismo tiempo, dos jugadores que flexionaron su liderazgo en la cancha decidieron retornar al fútbol argentino.

River Plate fue proactivo y contrató a los defensores Germán Pezzella y Marcos Acuña, pagando 5 millones por el segundo y activando la cláusula de 4,5 millones para el primero.

Asimismo, el joven talento Valentín Carboni fue cedido por el Inter al Olympique de Marsella, en un acuerdo que involucró un millón de euros y una opción de compra de 35 millones.

Otros dos jugadores argentinos, Guido Rodríguez y Gonzalo Montiel, también cambiaron de aires sin que hubiese intercambio monetario: Rodríguez quedó libre y se unió a West Ham, mientras que Montiel regresó a Sevilla tras su cesión en Nottingham Forest.

Si se toman en cuenta las ventas de dos jóvenes talentos convocados por Scaloni para las últimas Eliminatorias, el montante de transferencias asciende aún más.

Matías Soulé fue vendido por 35 millones de euros de Juventus a Roma, y Ezequiel Fernández se trasladó a Al Qadisiya de Arabia Saudita por 20 millones de dólares.

Por otra parte, Valentín Barco se encuentra en préstamo en Sevilla desde Brighton sin opción de compra.

Es importante resaltar que la cifra total podría ser aún mayor si Paulo Dybala hubiera tomado la decisión de trasladarse a la liga árabe, donde Al Qadisiya le ofreció 75 millones de dólares por tres años.

Sin embargo, Dybala optó por permanecer en la Roma.

Finalmente, varios jugadores de renombre han renovado sus contratos en sus respectivos equipos, significando mejoras salariales considerables.

Entre ellos se encuentran Emiliano Martínez, Lautaro Martínez, Ángel Di María y Nicolás Otamendi.

En resumen, la Scaloneta no solo genera pasión en los campos de juego, sino que también es un atractivo económico importante en el mundo del fútbol.