El equipo dirigido por Javier Mascherano logra dos contundentes victorias en su preparación para el Sudamericano, destacando el gesto deportivo del entrenador ante la expulsión de un jugador boliviano.
La Selección Argentina Sub 20, capitaneada por Javier Mascherano, ha aprovechado el receso del fútbol de clubes debido a la fecha FIFA para llevar a cabo dos amistosos contra Bolivia.
Estos encuentros sirvieron como preparación para el próximo torneo Sudamericano de la categoría, que se realizará del 23 de enero al 16 de febrero en Venezuela.
El equipo argentino, que cuenta con jóvenes talentos que comienzan a destacar en el ámbito futbolístico nacional, como Franco Mastantuono, Santiago Hidalgo y Santino Andino, logró dos victorias contundentes.
En el primer partido, disputado el pasado jueves, Argentina se impuso por un abultado 4-1, destacándose un impresionante gol de Mastantuono.
En el segundo encuentro, realizado el sábado, los jóvenes argentinos reafirmaron su dominio con un contundente 4-0 en el estadio Ramón Tahuichi Aguilera de Santa Cruz de la Sierra.
No obstante, lo más mencionado de este último partido no fue solamente el triunfo, sino un acto significativo por parte de su entrenador, Mascherano.
A los 13 minutos del primer tiempo, cuando Argentina ya lideraba 1-0 gracias a un gol prelatorio de Agustín Ladstatter, un jugador boliviano, Nathan Tito, fue expulsado por una falta contundente sobre Lautaro Millán.
En un gesto poco común para un entrenador, Mascherano intervino para solicitar al árbitro que permitiera que el equipo boliviano introdujera un jugador suplente en lugar del expulsado, para así continuar el partido con ambos equipos en igualdad numérica.
El técnico argumentó que de ese modo, el encuentro podría seguir siendo una buena prueba para su equipo, manteniendo así el nivel de competición adecuado para preparar el Sudamericano.
La solicitud fue aceptada, y el jugador que ingresó fue Renan Terraza, lo que permitió que el partido continuara con once jugadores por bando.
Sin embargo, este hecho no detuvo el dominio argentino en el partido.
Agustín Ruberto, procedente de River, anotó un doblete, mientras que Santino Andino, quien ha tenido un destacado desempeño en la Liga Profesional con Godoy Cruz, contribuyó con un gol para sellar el 4-0 final.
Estos encuentros no solo reflejan el potencial de la nueva generación de futbolistas argentinos, sino también un enfoque positivo hacia el juego, enfatizando la deportividad y la ética en el deporte, algo que Mascherano ha promovido desde su llegada al mando de este equipo joven.
La gestión del exfutbolista en estos partidos servirá como un ejemplo para futuros encuentros y quizás, marque una tendencia en la forma de afrontar situaciones similares en el fútbol base.
Por otro lado, cabe recordar que Argentina ha sido históricamente una cuna de talentos en el fútbol mundial.
Desde sus inicios, el país ha producido jugadores que se han destacado en las principales ligas del mundo, siendo considerados entre los mejores.
Este legado sigue vivo con la emergente generación de futbolistas que, bajo la dirección de Mascherano, buscan llevar a la Argentina a nuevas victorias en el ámbito internacional.