En una reciente conferencia de prensa, el entrenador de la selección argentina, Lionel Scaloni, dejó a los periodistas sorprendidos por su respuesta a la pregunta sobre las fallas defensivas y las dificultades para generar juego tras la derrota ante Paraguay en Asunción.

"No estoy preocupado por ninguna de las dos cosas", respondió de manera contundente, mostrando su deseo de cerrar el tema con lo que muchos consideran un mensaje desconcertante.

Esta situación refleja las crecientes preocupaciones que rodean al equipo argentino, conocido como la Scaloneta, que finalizará el año 2024 sin haber mostrado el fútbol brillante que había caracterizado a sus actuaciones en años anteriores, a pesar de haber obtenido la Copa América en Estados Unidos.

Los números de Scaloni al mando de la Albiceleste son impresionantes: ha registrado apenas 8 derrotas en 82 partidos, con 57 victorias y 17 empates.

Sin embargo, el rendimiento del equipo ha decaído notablemente durante este año, sobre todo en los partidos de Eliminatorias.

En las últimas tres fechas, el equipo no ha logrado sumar puntos, cayendo ante Paraguay y Colombia, e igualando contra Venezuela.

Esto ha hecho que surjan preguntas sobre la situación actual de la selección y cuál es la raíz de estos problemas.

Una de las principales preocupaciones que se han señalado es el descenso en el nivel individual de varios futbolistas.

Si bien es cierto que el calendario apretado de partidos tiene un impacto negativo, no se puede ignorar que son pocos los jugadores que están sobresaliendo en sus respectivos clubes.

Emiliano Martínez, Lautaro Martínez y Cristian Romero son algunas de las excepciones que destacan, pero muchos otros enfrentan dificultades.

Por ejemplo, Nahuel Molina ha tenido una actuación irregular en el Atlético de Madrid, mientras que Gonzalo Montiel apenas juega en el Sevilla.

En cuanto a defensores como Lisandro Martínez y Nicolás Tagliafico, han tenido que lidiar con problemas de suplencia y adaptación, respectivamente.

Del mediocampo hacia adelante, varios jugadores están lejos de su mejor versión, como Enzo Fernández y Rodrigo De Paul, que han visto su tiempo en el campo reducido.

Otro factor que ha complicado el desempeño del equipo es la ausencia de Ángel Di María, un jugador que ha sido considerado fundamental en el esquema del equipo.

La falta de su creatividad y capacidad para asistir a Lionel Messi ha dejado un vacío en el ataque, lo que ha llevado a Scaloni a experimentar con diferentes tácticas y jugadores.

Por si fuera poco, la vulnerabilidad en las jugadas a balón parado ha sido identificada como un punto débil preocupante, dado que cuatro de los últimos cinco goles en contra han llegado de esa manera.

Además, los análisis tácticos de los entrenadores rivales, muchos de ellos argentinos, han permitido que conozcan a fondo el estilo de juego de la Scaloneta.

En la reciente eliminatoria, el equipo sufrió derrotas ante estrategas como Marcelo Bielsa y Gustavo Alfaro.

Scaloni ha reconocido la necesidad de ajustar el enfoque para recuperar la senda positiva.

La estrategia a seguir implica trabajar arduamente y mantener conversaciones para redirigir el rumbo del equipo hacia el rendimiento que se había mostrado anteriormente.

A pesar de los desafíos, Argentina sigue teniendo un gran potencial y contando con jugadores capaces de brillar en el escenario internacional.