La final del Mundial de partidas rápidas de ajedrez culminó en un inédito empate entre Magnus Carlsen e Ian Nepomniachtchi, generando controversia en la comunidad ajedrecística.

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Lo que ocurrió en la final del Mundial de partidas rápidas de ajedrez, celebrado a finales de 2024 en Nueva York, es tanto asombroso como histórico.

Por primera vez en la historia del ajedrez, el título de campeón fue compartido entre dos jugadores.

El noruego Magnus Carlsen, considerado el número uno a nivel mundial, y el ruso Ian Nepomniachtchi decidieron, de manera mutua, que era mejor dejar de competir y ser proclamados campeones por la Federación Internacional de Ajedrez (FIDE).

Esta decisión se tomó después de siete intensas partidas en las cuales ambos jugadores igualaron el marcador en 3,5 puntos.

La controversia surgió a raíz de esta resolución, dado que Carlsen y Nepomniachtchi detuvieron el juego tras una conversación breve y comunicaron su decisión al árbitro principal del torneo.

Este, a su vez, requirió la aprobación del presidente de la FIDE, Arkady Dvorkovich, quien, según el reglamento, tiene la facultad de tomar decisiones en situaciones excepcionales.

"Si hubiéramos continuado, uno de los dos habría ganado por agotamiento, lo que hubiera sido muy injusto", explicó Carlsen sobre su elección.

"Ambos estábamos exhaustos y nerviosos.

Es natural que haya opiniones tanto a favor como en contra de lo que decidimos". La polémica se intensificó aún más al dejar la medalla de plata vacante, un hecho sin precedentes.

A su vez, el gran maestro de ajedrez estadounidense Hans Niemann, quien había tenido conflictos previos con Carlsen, expresó su desaprobación en redes sociales, afirmando que "el mundo del ajedrez es una broma". Niemann se refería a la situación ocurrida unos días antes en la misma ciudad, donde Dvorkovich hizo excepciones al código de vestimenta permitiendo a Carlsen jugar con jeans después de un incidente en el torneo.


A pesar de las tensiones en el ambiente, Carlsen había comenzado la final de forma dominante, ganando las dos primeras partidas.

Sin embargo, a pesar de tener la posibilidad de retener el título, perdió las siguientes dos y se vio arrastrado a los desempates, donde de nuevo no pudo superar a Nepomniachtchi, resultando en tres tablas consecutivas.

En el torneo, la medalla de oro femenina fue otorgada a la china Ju Wenjun, quien superó a su compatriota Lei Tingjie con un resultado de 3,5 a 2,5 en la final.

Los representantes argentinos en el campeonato también tuvieron sus momentos en el evento.

Pablo Zarnicki, de 52 años, ocupó el lugar 123 de un total de 180 participantes, terminando con un puntaje de 5,5. Por su parte, el joven prodigio Faustino Oro, con solo 11 años, finalizó con el mismo puntaje pero en el puesto 144. Finalmente, Ilan Schnaider, de 13 años, tuvo un desempeño más modesto, logrando solo tres victorias y terminando con una pérdida de 21 puntos en su ranking Elo.

La final de este torneo no solo quedará en los anales del ajedrez por el compartido título entre Carlsen y Nepomniachtchi, sino que también abre la puerta a nuevas consideraciones sobre el formato de competencia y cómo se deben resolver los empates en el futuro.