Faustino Oro, a los 12 años, obtiene su segunda norma de gran maestro en el Mundial de ajedrez rápido de Doha

El prodigio argentino Faustino Oro, con 12 años, logra su segunda norma de gran maestro y destaca en el Mundial de ajedrez rápido en Doha, enfrentando a rivales del top 20 mundial y sumando puntos de Elo.

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El joven maestro internacional demostró un nivel maduro al competir en el Mundial de ajedrez rápido, disputado con un ritmo de 15 minutos por jugador y 10 segundos por jugada.

A pesar de no lograr el título, su rendimiento dejó una impresión duradera en la prensa especializada y en la comunidad ajedrecística internacional.

Con 7 puntos sobre 12 posibles, Oro cerró su participación en la prueba ubicada en la franja media de la clasificación, 77.º entre 247 jugadores, y dejó constancia de una progresión notable a una edad en la que la mayoría aún está dando sus primeros pasos. Su rendimiento se situó en 2629 puntos de Elo, acompañado de una ganancia de 23,5 puntos de ELO, cifras que reflejan mejoras concretas en su juego y su capacidad para competir al más alto nivel en un formato tan exigente como el rápido.

Durante el torneo, el joven argentino enfrentó a varios rivales del top 20 mundial. En total, disputó cinco de sus trece rondas contra esos grandes maestros de élite, con tres tablas y dos derrotas registradas frente a oponentes de alta competición.

En la última ronda, se enfrentó al gran maestro húngaro Adam Kozak, de 23 años, una partida que se prolongó con gran intensidad hasta alcanzar los 62 movimientos.

Pero el calendario apretado y la presión del reloj le impidieron obtener un resultado favorable en ese cierre

En las fases finales, Oro mostró temple y continuó buscando la victoria, pero el calendario apretado y la presión del reloj le impidieron obtener un resultado favorable en ese cierre, que terminó, por tiempo, a favor de su rival.

El torneo también ofreció momentos de orgullo para el ajedrez argentino. Entre las noticias destacadas se encuentra Candela Francisco Guecamburu, de 19 años, quien terminó en la 41.ª posición con 6,5 puntos en 11 rondas, logrando una performance de 2293 y ganando 36 puntos de Elo. Candela viajó junto a su madre gracias al apoyo de la empresa Emova y de la Municipalidad de Pilar, y su actuación se inscribe dentro de un notable auge de la cantera femenina en Argentina, reforzando la idea de que las jóvenes promesas locales pueden competir a nivel mundial.

En el plano general del Mundial de Doha, Magnus Carlsen se llevó el título en la modalidad rápida, sumando su sexto triunfo en trece ediciones y llevándose los 70.000 euros destinados al ganador. Aunque Carlsen no es campeón mundial por decisión propia, su dominio en este formato sigue marcando la referencia más alta del circuito. En la rama femenina, el título terminó definiéndose entre tres jugadoras que sumaron 8,5 puntos; Aleksandra Goryachkina se impuso a Zhu Jiner en el desempate por 1,5 a 0,5, consolidando a Goryachkina como una de las líderes en este sector.

El Mundial de rápido, que reunió a figuras de distintas generaciones, dejó también un sabor de promesas y renovaciones. El caso de Faustino Oro, convertido en una sensación para la comunidad joven del ajedrez, se interpreta como un signo claro de que la pandemia fue un periodo de aprendizaje intensivo que permitió a muchos jugadores jóvenes acelerar su desarrollo.

Más allá de los resultados finales, lo relevante es la trayectoria: un niño que aprendió a moverse entre el tablero durante la pausa forzada y que hoy suma logros reales que lo sitúan en la cúspide de la nueva generación de grandes maestros.