La Asociación del Fútbol Argentino (AFA) se encuentra en plena organización de una asamblea que promete ser muy polémica.

Todo está preparado en el predio Lionel Andrés Messi de Ezeiza, donde este jueves a las 16:00 horas se llevará a cabo el cónclave.

Sin embargo, la dirección de la AFA busca que esta reunión se evalúe desde un ámbito dirigencial y no judicial, en un contexto de incertidumbre tras la presentación realizada por Andrés Fassi, presidente suspendido de Talleres de Córdoba.

Fassi ha solicitado la anulación de esta asamblea, lo que podría complicar el evento.

A pesar de los desafíos legales que enfrenta, los líderes del fútbol argentino están convencidos de que Claudio Chiqui Tapia será reelegido como presidente de la AFA. Únicamente se ha presentado su lista para las elecciones anticipadas, que se celebrarán este octubre, un año antes de lo previsto.

Esta reelegibilidad marcaría su tercer mandato.

En la asamblea también se propondrá la modificación de un artículo del estatuto de la AFA, que actualmente limita los mandatos consecutivos a cuatro, permitiendo que se extiendan a cinco.

En el panorama judicial, la Inspección General de Justicia (IGJ) aún no ha emitido su fallo en relación con el reclamo de Fassi y se espera que lo haga pronto.

Este reclamo señala que las elecciones de la AFA se llevarán a cabo de manera irregular, alegando que son prematuras y violan tanto los estatutos internos como las leyes del país.

Es plausible que la IGJ, cuyo presidente es Daniel Roque Vítolo y depende del gobierno nacional, dé la razón al presidente de Talleres.

Para contrarrestar esta situación, la AFA está intentando encontrar alternativas judiciales que le otorguen más tiempo.

Este esfuerzo se evidenció cuando Pablo Toviggino, tesorero de la AFA, presentó un recurso de amparo en un juzgado civil de Buenos Aires, el cual fue rechazado debido a la falta de pronunciamiento previo de la IGJ. Este fallo, emitido por el juez Christian Ricardo Pettis, argumentó que no había lugar para un pronunciamiento judicial, pues la IGJ aún no se había manifestado.

El pedido de Toviggino se centraba en garantizar que la AFA pudiera llevar adelante su asamblea programada sin importar la decisión de la IGJ. Al final del día, lo que realmente busca la AFA es ganar tiempo para poder cambiar su sede administrativa de Viamonte a Ezeiza.

Tal mudanza implica quedar bajo la supervisión de la Dirección de Personas Jurídicas de La Plata, lo que podría proporcionar una capa adicional de protección política.

Otro tema que podría surgir inesperadamente en la asamblea es el regreso al formato de 30 equipos en la Primera División argentina.

Los clubes de la máxima categoría buscan eliminar los descensos, mientras que los equipos de la Primera Nacional abogan por mantener los descensos y aumentar los ascensos desde dos a cuatro.

Para ello, también habría que modificar el artículo 93 del reglamento que regula tales movimientos entre categorías.

Por lo que se ha podido averiguar, la AFA tiene la intención de continuar con su agenda y ratificar la celebración de la asamblea prevista, independientemente de las opiniones de la justicia.

A pesar de la controversia que rodea este proceso, se prevé que muy pocos, entre los que asistan, se opongan a las decisiones que se presenten.